Luis Perinat: "Un presidente conservador en el Gobierno madrileño rompería el monopolio de socialista"
A Luis Guillermo Perinat, candidato de la coalición encabezada por AP a la presidencia del Gobierno autónomo de Madrid, no parece ilusionarle que se le recuerde su condición de marqués. "Yo lo que espero", dice, "es que los ciudadanos me juzguen por mi trayectoria personal y no por mi título. Eso de etiquetar a la gente por su cuna me parece una visión del pasado absolutamente superada". Sin embargo, la personalidad de Perinat refleja un sello de distinción, que procede también de su larga permanencia en el cuerpo diplomático. Ante cualquier pregunta, se echa atrás en su sillón, cruza las manos sobre las rodillas, medita y responde muy despacio, casi dictando, con la palabra precisa.
Pregunta. ¿Ha afectado a su conocimiento de los problemas de los madrileños la larga permanencia fuera de España?Respuesta. No lo creo. A lo largo de mis 34 años de carrera diplomática he estado, en realidad, más tiempo en España que fuera de ella. La única ausencia prolongada ha sido la de estos últimos siete años, en que fui embajador en Londres y en Moscú, y aun durante este período seguía diariamente y con detalle los acontecimientos de mi país. Ésa era precisamente una de las obligaciones de mi cargo. Así que estoy en condiciones de asegurar que conozco los problemas de Madrid tanto como el que haya estado aquí toda su vida.
P. Usted ha representado a España en Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética, entre otros lugares. ¿Qué es lo que más le ha impresionado, favorable o desfavorablemente, de los sistemas políticos y económicos de esos países?.
R. Mire, cada país tiene su propia idiosincrasia, y no es interesante trasladar modelos procedentes del exterior.
P. Pero algo le habrán influido a usted esas experiencias.
R. Bueno, en Francia asistí a los primeros pasos del gaullismo, y me pareció que funcionaba bien; prueba de ello es que Mitterrand, que tanto lo criticó, ha terminado asumiéndolo. En el Reino Unido viví la sustitución del Gobierno laborista, que dejó una situación económica muy deteriorada, por el conservador, que ha emprendido un claro camino de recuperación de la productividad y competitividad de la industria británica. El Reino Unido me gusta en particular por la eficacia de sus instituciones democráticas, el juego limpio de sus partidos y el papel tan importante que, como poder neutral y arbitral, asume la Corona. De la Unión Soviética no me gusta hablar mucho, porque hace poco tiempo que tuve allí importantes responsabilidades. Lo que sí le puedo decir es que he visto hasta qué extremos de ineficacia, burocratismo y baja productividad puede llevar una economía socialista llevada a su límite.
P. Usted, claro, es partidario del bipartidismo.
R. Sí, sí. Es mucho más efectivo que la proliferación de partidos, y máxime en España, donde sirve de contraposición al carácter individualista de nuestra raza y a la diversidad regional.
P. ¿Qué es para Luis Guillermo Perinat la autonomía de Madrid?
R. Ya tengo dicho que la autonomía de Madrid es la gran desconocida para los habitantes de esta región, y yo creo que supone la indudable ventaja de acercar de verdad a los madrileños a los centros de poder en muchas competencias, como agricultura, sanidad, educación o medio ambiente. Con una buena administración, es decir, austera, sin excesivas cargas fiscales, y no como lo hacen los socialistas, la autonomía puede además contribuir a la reactivación económica de la provincia.
P. ¿Los madrileños pueden sentir su autonomía del mismo modo que la sienten catalanes, vascos, gallegos o andaluces?
R. Me parece que eso tampoco sería positivo. La autonomía de Madrid tiene una característica especial por estar en su territorio [a capital de España y la sede de la Corona. Es, por supuesto, un instrumento para que los madrileños no estén en situación desigual respecto al resto de los españoles, pero no puede ser un instrumento excluyente, diferenciador, sino abierto, conciliador. En cuanto a la capitalidad del Estado, es buena para los madrileños, pero tiene también sus costes, y éstos deben ser compensados económicamente por la Administración central. Uno de ellos es, por ejemplo, la exención de tributos de la que disfrutan los edificios oficiales aquí instalados.
P. ¿Cuáles son las líneas básica de su programa autonómico?
R. La construcción de viviendas está ahora casi paralizada por el retraso que han impuesto los socialistas a la concesión de licencias. Nosotros agilizaríamos los trámites, y con ello conseguiríamos la reactivación del sector También pediríamos al Gobierno central la mejora de las comunicaciones de Madrid, tanto con otras capitales como en su interior mismo. Madrid y Lisboa son las únicas capitales europeas que no están bien conectadas con el resto del país a través de una compleja red de autopistas. El hecho de que haya autopistas en el Cantábrico y en el Mediterráneo, pero no en Madrid, demuestra el sacrificio de esta ciudad y de esta provincia, demuestra que ha habido un centralismo en Madrid, pero no un centralismo de Madrid.
P. ¿Qué otras ofertas hace el candidato Perinat a sus paisanos?
R. Vamos a crear nuevos regadíos en la provincia, empezando por 6.000 hectáreas en la vega del Jarama. Vamos a crear una red de centros sanitarios regionales en las cabeceras de comarca. Y vamos a superar el hecho de que el turismo extranjero que viene a España casi nunca se queda en Madrid. En nuestro programa se contempla asimismo una especial ayuda a la tercera edad, mediante aportaciones económicas a las familias que estén dispuestas a acoger a sus ancianos, y en los casos que no sea posible, con la creación de centros adecuados.
P. ¿Mantiene su promesa de que si AP gana las elecciones autonómicas lloverá en Madrid?
R. Eso lo dije como una broma, el pasado sábado, ante una convención de militantes de mi partido, y nunca pensé que alguien se lo tomara en serio. Lo que dije fue que si ganábamos en Madrid haríamos una autonomía como la gallega, donde gobernamos nosotros y nunca hay problemas de sequía. A mí me gustan mucho esas ironías; en Inglaterra, en todos los actos políticos, los que toman la palabra siempre sueltan alguna y todo el mundo se ríe. Aquí, en España, todavía hay demasiada tendencia a dramatizarlo todo. Lo que sí le aseguro es que me he alegrado mucho de que estos días haya llovido en Madrid, aunque sea con los socialistas en el poder.
P. ¿Ve usted alguna ventaja en que el presidente del Gobierno madrileño sea de una coalición opuesta al Gobierno central?
R. Todas. Así se rompería el actual monopolio del poder socialista, y eso siempre es bueno para la democracia.
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