Las Mujeres por la Paz, contra los bloques militares

A pesar de la inclemencia del tiempo, el Movimiento de Mujeres por la Paz reunió ayer en Ginebra a un millar de personas, venidas de diferentes países, entre ellos España, para protestar contra la carrera armamentista que libran las dos superpotencias.

La manifestación comenzó junto a las dependencias de la Agencia de Desarme estadounidense. Poco después, el cortejo llegaba a la verja de la Embajada soviética, y allí, los organizadores de la marcha presentaron sus reivindicaciones: la desnuclearización de Europa, la congelación de los programas de armamento y la necesidad de que el movimiento pacifista sea considerado interlocutor válido y tenga opción a sentarse a la mesa que negocia los euromisiles.

Los manifestantes también pidieron el desmantelamiento de los misiles soviéticos SS-20 y la renuncia inmediata a los programas de la OTAN que prevén la instalación de 532 misiles en Europa occidental.

Mientras las manifestaciones se iban sucediendo, se constituyó una cadena humana que en pocos minutos unía la Embajada soviética a la de EE UU. Abriendo la marcha, una gran pancarta que decía: 'Reagan, Andropov, el mundo no es vuestro", 'Nosotros queremos la paz". Los megáfonos repetían machaconamente en varios idiomas: "No a los bloques", "Por una Europa sin misiles", "Unión entre el Este y el Oeste", y otros eslóganes de carácter más político: "Rusos, fuera de Afganistán" y "No a la intervención estadounidense en Centroamérica".

La presencia española en esta marcha por la paz era escasa, aunque significativa: representantes de diferentes asociaciones de emigrantes, la Convención Republicana de Pueblos de España y dos mujeres llegadas de Madrid en representación del Comité Nacional por la Paz y el Desarme. "Este gesto de solidaridad con los pacifistas, los ecologistas y los movimientos sociales de Europa", dijeron a este diario, "es prueba evidente de nuestra voluntad y compromiso en favor de la paz y la desaparición de los bloques".