Mis amigos los Baroja

Tengo en mis manos la segunda edición, ya antigua, de Nosotros los Baroja, cuya primera leí hace ya más de 10 años. En ésta, mi viejo y querido amigo Julio Caro me menciona (Pág. 202) entre las personas que Alberto Machimbarrera llevó a la tertulia de su tío. Me veo en una de esas situaciones en las que la edad y las circunstancias hacen que el cerebro se vea asaltado de recuerdos que, además, uno quisiera perpetuar, y me viene el de una mañana de otoño de 1955 en la que estábamos con don Pío, Alberto Machimbarrena, Fernando Morán y yo (en algún lugar conservo fotograrías de esa mañana). De pronto Julio entró con la cara demudada y nos dijo que Ortega acababa de morir. Dice Julio que por entonces la mente de su tío no funcionaba ya con regularidad, pero yo recuerdo una reacción enormemente entristecida, pero llena de normalidad. Poco después llegó un periodista (de Abc, creo) y sus declaraciones fueron serenamente tristes.El anecdotario barojiano es tan variado que uno duda si algunas cosas las recuerda o las ha oído contar; pero estoy casi seguro de que cuando se marchó el periodista y Julio explicó toda aquella triste historia de la supuesta confesión y retractación de Ortega, don Pío dijo algo así como: "Julio, compra una carabina y, cuand9 me llegue el momento dispara sin previo aviso sobre la primera sombra negra que aparezca..." Es cierto que algo parecido explican de cuando murió Clemenceau.

Don Pío murió estando yo en la cárcel... Dos o tres días después de salir fui a visitar su tumba, creo que también con Morán y Machimbarrena. Nos retratamos allí y ante las de Pablo Iglesias, Giner, Pi i Margall, etc. Al salir nos paró ,un policía; nos quedamos atemorizados... Hacía escasos días que había salido yo de Carabanchel; pero él quería simplemente abrir la cámara para velar la película.

No sé si esta carta tendrá interés... Los recuerdos que fluyen. ¿Te acuedas, Julio, de cuando fuimos a ver la entrada del primer embajador de Alemania Occidental que iba a presentar credenciales y vimos ante nosotros un fraile cuyo rostro nos intrigó hasta que recordamos que era José Mojica?... Perdón por la disgresión./

ministro consejero de la Embajada de España en Berna,