Violentos incidentes en Biarritz en una manifestación contra el último asesinato de los GAL

En la localidad francesa de Biarritz se produjeron ayer tarde violentos enfrentamientos entre fuerzas de la policía y unos 400 manifestantes, tres de los cuales fueron detenidos, que protestaban por el asesinato de Javier Pérez de Arenaza, presunto miembro de ETA y guardaespaldas del dirigente de esta organización Domingo Iturbe Abásolo, Txomin. Durante la jornada de ayer hay que registrar la condena por el Ayuntamiento de Pasajes (Guipúzcoa) del ametrallamiento de cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA); el homenaje que se rindió en los soportales del Ayuntamiento de Azpeitia, regido por el PNV, a dos de las víctimas, y el entierro en Pamplona de las otras dos.El delegado del Gobierno en el País Vasco, Ramón Jáuregui, condenó con dureza, en una nota, la actitud del presidente en funciones del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, al ordenar que se investigue, al margen de las autoridades del Ministerio del Interior, lo ocurrido en el puerto de Pasajes, donde resultaron muertos cuatro miembros de los CAA a manos de los Grupos Especiales Operativos (GEO).

Respecto al atentado de Biarritz, reivindicado por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), la policía francesa dispone de una filmación hecha por un aficionado, pero de muy escasa utilidad, ya que el autor de los disparos, hechos desde una motocicleta, llevaba un casco protector.

Algunos refugiados vascos aseguraron ayer, poco antes de comenzar la manifestación en Biarritz, que el cadáver de Pérez Arenaza presentaba cinco impactos de bala, todos en zonas vitales.

Los restos mortales de Pérez Arenaza, cuñado de Txomin, serán trasladados el martes próximo a la localidad guipuzcoana de Mondragón, donde había nacido, según informó ayer Herri Batasuna, que convoca para ese mismo día una huelga general en Guipúzcoa.

Respecto a los cuatro miembros de los CAA muertos en Pasajes, los obispos de San Sebastián y de Pamplona publicaron ayer una pastoral en la que afirman, entre otras cosas, que "no se puede matar al enemigo sólo porque lo sea", y formulan enérgicas consideraciones sobre el suceso.

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