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Todos los sectores de la sociedad francesa se han dejado seducir por la extrema derecha

El fenómeno nacional que representa la reaparición espectacular de la extrema derecha en Francia, que consiguió el 11% del electorado el pasado domingo (igual que los comunistas), al término de las elecciones europeas, alcanza a todos los estratos de la sociedad francesa.

Múltiples sondeos y estudios descubren la naturaleza del fenómeno. Los partidos tradicionales de derecha o izquierda se culpan unos a otros de la reaparición del demonio. Y al igual que el bajón histórico del Partido Comunista Francés (PCF, cuyo secretario general, Georges Marchais, ha desaparecido de la escena pública), la irrupción de la extrema derecha le complica tremendamente la vida a la coalición de izquierdas gobernante.

El despegue del Frente Nacional (FN), partido que agrupa a la extrema derecha, le creará también problemas a la oposición conservadora radical, a pesar de que ayer el líder del neogaullismo, Jacques Chirac, excluyó "toda negociación con Jean-Marie Le Pen", el jefe de la derecha populista-nacionalista-extremista.

El ciudadano Le Pen y su FN, durante las elecciones europeas del domingo, han picado por todas partes y de todo. En el terreno profesional Le Pon sensibilizó más o menos a todos los sectores laborales. el 10,5% de los obreros, el 9,5% de los administrativos, el 12,5% de los cuadros medios, el 20% de los comerciantes, el 17% de los cuadros superiores, el 20% de las profesiones liberales, el 15% de los agricultores, el 12%) de los jubilados, el 8,5% de los estudiantes, el 11 % de las amas de casa y el 15% de los parados.

Más hombres que mujeres

Los hombres que han votado por la extrema derecha son algo más numerosos que las mujeres. Son ciudadanos de todas las creencias religiosas y de todas las edades.Los estudios en los que se basan estos datos confirman que se trata de un fenómeno nacional, es decir, que en mayor o menor cantidad Le Pon ha pescado en toda la geografía francesa; sólo tres departamentos del casi centenar del hexágono francés se han mantenido vírgenes ante la seducción de la extrema derecha. En el sur y en el suroeste del país es donde el político del ojo de cristal ha tenido más éxito, probablemente porque en estas regiones abundan los pied-noirs, los expulsados de Argelia cuando este país accedió a la independencia en 1962.

Según los sondeos, el tema que más ha sensibilizado a los votantes de Le Pon ha sido el de la inmigración; el anticomunismo, la demagogia, el simplismo, y sobre todo el hastío o el odio que le produce la izquierda a muchos franceses, así como la debilidad de la derecha nacional, son. también factores que han ayudado a Le Pon a convertirse en el niño mimado de la popularidad.

Para la izquierda, los responsables de la "reaparición del fascismo" son los líderes de la derecha, porque han trivializado las ideas del FN. Para la oposición conservadora liberal, son "las tonterías, los errores y los excesos verbales de la izquierda" quienes han hecho un hombre de Le Pen.

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