Alejandro Molina
Escultor y pintor, realiza el montaje del proyecto 'Moncayo 84' en el valle aragonés de la Huecha
El proyecto Moncayo 84: juguete para un valle es un volumen visual global de 3.000 metros cúbicos -con cañas, lonas, espejos, agua pulverizada, flautas, boyas acuáticas-, en una completa sinfonía de color, sonido y luz, destinada a ser el albergue de la fauna y flora locales. Será seguido e investigado durante un ciclo climatológico completo para ver cómo actúan sobre él las diferentes estaciones del año. Además, se espera que las brujas de Trasmoz acaben cohabitando con la obra y con sus artífices después de atravesar la puerta del cielo (Al-calá), situada en la frontera entre Soria y Zaragoza, lugar exacto de ubicación del trabajo.Una vez concluido este ciclo, la obra será quemada o troceada para que se integre de nuevo en la naturaleza, como ya sucedió con las experiencias anteriores, de Alcañiz (Teruel) (Simposio Internacional del Valle de Hecho, Huesca), Calanda (Teruel) (homenaje a Luis Buñuel), Zaragoza (Colectivo por la Paz y el Desarme) y Madrid.
"A la fase final asistirá la chinit Tchin-Ga-Mc, defensora de lo verde y presidenta internacional de las Damas del Césped Corto, que ya ha recibido la oportuna investigación enviada por el Ángel, bachiller y pensador del equipo".
El equipo es, en realidad, un dúo en el que uno y otro se complementan entre sí a la perfección y donde, sobre todo, se divierten de lo lindo. El Ángel es Ángel Lahoz "otro de Torrero", que inventa frases, cuenta historias y escribe cosas. "El día de clausura repartiremos purpurina -a pozal- y avecrem -a mano- para que todos los asistentes, obreros inclusive, quedemos brillantes, sanos y lus trosos", dicen con fino humor.
Entre los proyectos del equipo figura la próxima publicación de un manual sobre La cañería vegetal y sus derivados. "Las últimas investigaciones sobre ingeniería genética demuestran que la especie humana sale de la caña o de algo cercano y parecido".
Atentos a proyectarse sobre el aire, la tierra y el mar, dejan para mejor ocasión la información detallada acerca del "submarino pacifista insumergible -de bambú y vidrio de botella-, que surca las aguas del Ebro desde su nacimiento hasta la desembocadura, o la cometa gigante impulsada por gas helio y con forma de mandamás, que acaba por autodestruirse. Ambos objetos pueden pronunciar unas breves palabras".
Sorprendidos por el conjuro de su propia imaginación, los dos componentes del equipo se miran entre sí, sonríen con evidente malicia y adelantan la exclusiva de su último tema: "Estamos a la espera de la invitación oficial del Gobierno cubano para trasladarnos a Cuba e investigar las propiedades escultóricas de la caña de azúcar. Nuestro objetivo es lanzar desde el Caribe una campaña de alcance mundial bajo el lema El arte alimenta".
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