Pastoril
El pobre Edén Pastora ha dejado a sus cuatro mujeres y a sus 20 hijos y se ha venido a Europa a predicar la guerra fría contra el Gobierno de Nicaragua. La derecha internacional se inventó la expresión tontos útiles par designar a cuantos hacían el juego al marxismo y luego eran devorados por sus implacables compañeros de viaje. Tontos útiles los hay en todos los bandos y en cambio muy poco se ha dicho y se ha escrito sobre los tontos útiles, esos necios de San Anselmo que van por la vida y por la Histor¡a sin enterarse contra qué o quién luchan ni a favor de qué o de quién.El caso del pobre Edén Pastora es mucho más grave porque ni quiera sabe de qué dinamita ha de morir. Recientemente atentaron contra su vida y aunque el Gobierno de Costa Rica, con esa sagacidad que no le caracteriza, se apresuró a atribuir el atentado al sandinismo, la evidencia ha sido más tozuda que el subjetivismo y se sabe que Pastora fue dinamitado porque no quiso aunar sus disparos a los del nuevo. somocismo. Los compañeros de viaje de Edén Pastora se han cansado de su desorientación histórica y el guerrillero se ve forzado a una reconverlón activista, a poner tierra por medio entre él y sus antiguos amigos y a pasearse por Europa como en nuevo Buffalo Bill centroamericano que suma sus esfuerzos al circo preelectoral de Ronald Reagan.
El guerrillero más videotipado de todos los tiempos (dime quién te videotipa y te diré quién eres) se ha puesto camisa blanca y oratoria de bloqueo y da el coñazo, con perdón, a media Europa, desconocedor de que España y Europa en verano no existen, son abstracciones aplazadas hasta la rentrée, mientras cualquier quién es quién se moja las magras en las aguas lo más aquietadas posibles. Mucho e temo que más de una puerta se que cierre ante las narices de Pastora, aunque en su mano se dejen propios de aliento y reconocimiento para que vuelva a la selva a dinamitar o ser dinamitado, mientras dueños de la paz y la guerra dec¡den en las computadoras de la disuasión mutua la suerte de Nicaragua. Entre lo pueril y lo pastoril, si Edén Pastora. Edén tenía que llamarse.
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