Sectores de CC OO defienden la firma del acuerdo social

Las acusaciones por parte de CC OO sobre el secretismo con que el resto de los interlocutores del acuerdo económico y social (AES) están llevando a cabo las reuniones, encubren el gran drama interno del sindicato,Un sector, hasta ahora minoritario de Comisiones Obreras, y encuadrado dentro de la segunda fila de la organización -es decir sin cargos importantes en la ejecutiva, pero con presencia importante en la organización- no está de acuerdo con la forma en que los responsables del sindicato se han planteado la negociación del acuerdo.

La postura claramente contraria a la firma del acuerdo, tácitamente mantenida por CC OO, llevaría al sindicato, según el análisis de estos sectores, a una situación muy difícil. En el caso de que Comisiones no firmara el acuerdo se vería marginada durante dos años de la actividad que previsiblemente provocará el pacto. No podría controlar ni el fondo especial, ni lógicamente formaría parte de las distintas comisiones que se crearán para seguir la marcha de los acuerdos. Y recuerdan que fue precisamente en la presencia institucional que les dio su participación en el Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE) donde CC OO consiguió su reforzamiento.

Participación sindical

Argumentan también que el acuerdo, siendo coherentes con las resoluciones del pasado congreso confederal, habría de firmarse, tratando que fuera lo más favorable para los trabajadores, utilizando toda su capacidad de presión para que se cumpliera en su totalidad. Están convencidos de que los acuerdos obligan siempre fundamentalmente al Gobierno.

Las acusaciones de CC OO sobre el secreto de los contactos entre el Gobierno, la CEOE y los sindicatos, están por otra parte ocultando la vieja lucha existente en la organización entre las dos grandes tendencias, la encabezada por Julián Ariza y la de Antonio Gutiérrez y Agustín Moreno. Aunque en el pasado congreso confederal saliera tríunfante la tesis de la negociación defendida por el sector de Gutiérrez, lo cierto es que la actitud que mantiene CC OO en las presentes conversaciones se asemejan más a las tesis derrotadas en el pasado mes de junio.

Los sectores que consideran suicida no firmar el futuro acuerdo tampoco comparten que CC OO haya hecho bandera del secreto de las reuniones. Máxime cuando todos los pactos firmados hasta ahora han tenido mucho de encuentros privados y contactos nocturnos.

De hecho en la negociación del Acuerdo nacional sobre Empleo se llegó, en el más absoluto de los secretos, al compromiso sobre subvenciones sindicales, desvelado por la prensa una semana después de haber finalizado las negociaciones, y en el mismo ANE todos los interlocutores -incluida CC OO- negociaron en forma absolutamente secreta los límites de la flexibilización del mercado de trabajo.

Meses después se supo que existía un compromiso secreto en este sentido. Algunos de los negociadores recuerdan aún conversaciones entre las partes en los lugares más insólitos, huyendo en su sentido más real de la presencia de representantes de los medios de comunicación.