_
_
_
_
EE UU Y LA URSS REABREN EL DIÁLOGO ARMAMENTISTA

Un largo proceso con pocas novedades

Los soviéticos aseguran que las negociaciones que se acuerden en Ginebra serán absolutamente nuevas, pero en realidad lo único nuevo será la guerra del espacio. Las conversaciones sobre armas estratégicas son continuación del proceso SALT, iniciado en 1972, y las relativas a armas de medio alcance o euromisiles son las herederas directas de las seis rondas que mantuvieron el norteamericano Paul Nitze y el soviético Yuli Kvitsinsky entre noviembre de 1981 y noviembre de 1984.Moscú afirma que no tienen nada que ver, simplemente para salvar la cara. Hasta ahora siempre había asegurado que no negociaría sobre euromisiles si los aliados europeos procedían a instalar los nuevos cohetes de crucero. La OTAN, con problemas y discusiones internas, ha logrado mantener, sin embargo, su compromiso y la URSS ha tenido que volver a la mesa de negociaciones pese a que el Reino Unido e Italia han recibido ya las primeras unidades.

En el campo de las armas nucleares de medio alcance (Intermedial Nuclear Forces, INF, que fueron conocidas en su momento con el sugestivo nombre de armas nucleares de teatro) pareció que se lograban unas mínimas bases de acuerdo en el verano de 1982, en el famoso paseo en el bosque que mantuvieron Nitze y Kvitsinsky. Reagan modificó, por primera vez, su oferta inicial, llamada opción cero, completamente inaceptable para la URSS y que suponía la destrucción de los SS-20 (hay desplegados actualmente más de 378, con 1.134 cabezas nucleares). Moscú asegura que necesita estas armas no sólo frente a la OTAN sino también para defender su frontera con China.

Al aceptar que era posible hablar de reducción, el presidente norteamericano abrió la puerta a nuevas discusiones, pero las esperanzas quedaron pronto frustradas. Schultz y Gromyko volverán a aquel punto de partida, con una única novedad. El ministro soviético tiene que aceptar el hecho consumado de que los misiles de crucero ya están en Europa y de que no hay movimiento pacifista capaz de impedir el despliegue de las 572 unidades aprobadas por la Alianza Atlántica en 1979.

La Unión Soviética intentará introducir dos elementos: discutir también de los aviones norteamericanos de radio medio estacionados en Europa occidental (capaces de transportar armas nucleares), lo que Washington parece tener ya asumido, e incluir en el recuento de fuerzas nucleares intermedias los arsenales británico y francés, a lo que se niega Washington. Tanto Francia como el Reino Unido mantienen una fuerza nuclear propia, que no depende directamente de la Alianza Atlántica y que tiene por objetivo "defender sus propios intereses estratégicos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_