Las conversaciones de Ginebra no se verán afectadas
Hace 20 años, la muerte de un oficial norteamericano por disparos de un soldado soviético en la zona sensible de Berlín hubiera provocado una crisis internacional. Hoy, con Washington y Moscú iniciando un período de deshielo, la muerte del comandante Arthur Nicholson, de 37 años, se califica únicamente como un incidente, y el presidente Ronald Reagan afirmó ayer que lo sucedido "me hará desear rnás" una cumbre con el líder soviético Mijail Gorbachov. La embajada soviética en Washington expresó al Departamento de Estado sus excusas por lo sucedido, al tiempo que protestaba por lo que calificó de "flagrante acto de espionaje" en una zona militar prohibida, a unos 140 kilómetros al noroeste de Berlín, en la RDA.No sonaron ayer las alarmas de crisis cuando la noticia llegó Washington. Durante toda la jornada fue palpable el deseo de contener lo sucedido dentro de los límites de "una situación seria y totalmente injustificada", como la calificó por la tarde Richard Burt, secretario adjunto de Estado para Asuntos Europeos. Es demasiado pronto para hablar de las consecuencias que puede tener el incidente en las relaciones entre Moscú y Washington, afirmó Burt, que precisó que lo ocurrido no afectará a las negociaciones de Ginebra. El presidente afirmó que Nicholson no estaba espiando, como afirman los soviéticos, y explicó que "no estaba haciendo nada que no pudiera hacer por las cláusulas de un acuerdo firmado en 1947".
Funcionarios del Pentágono negaron que Nicholson, un experto en lengua rusa, licenciado en filosofía y experto en relaciones internacionales, fuera un espía. Sin embargo, admitieron que la oficina de enlace de Potsdam, en la que trabajan 14 oficiales estadounidenses, es un centro de "recolección de inteligencia", que tiene como misión lograr información sobre las tropas soviéticas. La CIA (Agencia de Inteligencia del Pentágono) opera desde esa oficina. Fuentes del Departamento de Defensa explicaron que, aunque no oficialmente, los militares de EE UU espían desde Potsdam al Ejército soviético, lo mismo que hacen con las tropas occidentales los soviéticos desde un centro similar en Francfúrt.
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