La lentitud de la Administración
El 10 de febrero de 1985 los ministerios de Presidencia y Economía y Hacienda reconocieron mis derechos pasivos como antiguo funcionario de la Generalitat de Cataluña, quedando integrado a estos solos efectos al Cuerpo Administrativo de Presidencia.Si desde la petición hasta el reconocimiento oficial de los derechos se tardaron exactamente 10 meses, desde esta fecha hasta hoy han transcurrido otros 10, sin que la Administración haya convertido en hechos tangibles a mi favor su propia decisión. El subdirector de Clases Pasivas le escribió en septiembre al delegado del Gobierno en Cataluña que mi expediente estaba en aquel departamento desde julio y que se encuentra muy próximo a su resolución". Pero tres meses más tarde sigo ignorando cuándo y cuanto he de cobrar.
Recuerdo, por eso, la definición que en 1936 hacía un miembro de la asesoría jurídica de la Generalitat: "Lo primero que ha de hacer un organismo oficial es no resolver aquello para lo cual ha sido creado, pues si lo resuelve pierde su razón de ser". Hace aún mucho más tiempo Mariano José de Larra escribía su artículo Vuelva Vd. mañana. El cambio no ha llegado aún.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.