Varios familiares buscan en Bilbao al niño Juan Pedro Martínez

Dos primos del niño Juan Pedro Martínez, hijo del matrimonio que perdió la vida el miércoles en Somosierra cuando viajaba en un camión, se han trasladado hasta Bilbao para seguir allí las labores de búsqueda del niño de 10 años de edad desaparecido en el accidente.Su trasladó coincidió con una llamada telefónica anónima a la agencia Efe, que anunció que el niño estaba en Bilbao. El día anterior, una fotografía de Juan Pedro Martínez había salido en la pantalla de televisión. Sin embargo, el comunicante no facilitó más información. En la mañana de ayer, dos familiares de las víctimas se dirigieron a Bilbao, mientras que el resto continuaba las labores de búsqueda en el puerto de Somosierra. El domingo fue prácticamente un día de descanso para los equipos de rescate del niño. Un número muy inferior al de anteriores días persistió en rastrear el monte, y aún menos fueron los medios utilizados. Según uno de los parientes, está descartada la posibilidad de encontrar al niño en el monte. La Guardia Civil ha empleado todos sus recursos, perros, caballos, motocieletas y helicópteros, sin resultado alguno.

Hoy, lunes, un técnico de la Junta de Castilla-León se trasladará hasta el lugar del accidente para analizar la cabina del camión cisterna y comprobar si el ácido sulfúrico que transportaba había eliminado cualquier prueba del cuerpo del niño, que viajaba a bordo de dicho vehículo. Éste, se quedó sin frenos y chocó con varios camiones. Murió el chófer del camión-cisterna y su esposa, se hallaron ropas infantiles, pero no al niño. Es la última posibilidad que se baraja en Somosierra. Ahora la búsqueda es en Bilbao. Los familiares mantienen en pie la esperanza de que alguien cogiera al niño y que éste les dijera que iban a Bilbao, pues el camión, procedente de Cartagena, iba a descargar en la ciudad vasca.

Por otro lado, estaba previsto que hoy se levantara la prohibición de utilizar el agua del río Duratón a las poblaciones cercanas al lugar del accidente. El ácido sulfúrico caído en un arroyuelo eliminó la fauna piscícola del río y causó importantes destrozos en la flora, según el Gobierno Civil de Segovia. La pérdida del ecosistema de la zona siniestrada tardará varios años en recuperarse.