_
_
_
_

El 'numero dos' libio afirma que su país está dispuesto a "cooperar plenamente" en la lucha contra el terrorismo

El comandante Abdel Salam Yalud, número dos del régimen tibio, rechazó ayer las acusaciones norteamericanas de que Libia planea acciones terroristas y manifestó la disposición de su país a "cooperar plenamente" en la persecución de terroristas. En una conferencia de prensa, en Trípoli, Yalud se refirió a las afirmaciones hechas esta semana por funcionarios estadounidenses que aseguraron tener evidencias de que Libia está preparando atentados terroristas contra intereses norteamericancos en Europa y que tomarán represalias en caso de que esos planes se lleven a la práctica. Yalud se negó a comentar la decisión marroquí de romper unilateralmente el tratado de unión con Libia, anunciada a última hora del viernes por el rey Hassan II.

El dirigente libio denunció también la "nueva agresión que Estados Unidos prepara contra Libia" y afirmó que su país está "preparado para responder al desafío". Para el dirigente libio ' "la llegada de aviones estratégicos estadounidenses a Europa y los movimientos de la flota norteamericana en el Mediterráneo constituyen el preludio de una nueva agresión de Estados Unidos contra Líbia". Yalud advirtió a los países europeos contra cualquier colaboración con Washington en ese eventua ataque."Desafiamos a Estados Unidos a que nos proporcione los nombres de los individuos que preparan esos actos y los objetivos", subrayó Yalud. "Libia", agregó, "está dispuesta a cooperar plenamente para impedir esos supuestos ataques, capturár a sus autores y tratar de que sean castigados".

El número dos libio afirmó que su pueblo "rechaza totalmente la acusación de terrorismo" y dijo que los ciudadanos de su país son Ias primeras víctimas del terrorismo de Estado que dirige la Administración y el presidente de Estados Unidos",

La ruptura por parte de Marruecos del tratado de unión con Libia no ha provocado ninguna reacción oficial en este último país. Sin embargo, en Rabat, políticos de la oposición marroquí expresaron ayer su temor de que Libia. pueda expulsar, en represalia, a los trabajaelores marroquíes y reanudar su apoyo al Frente Polisario. Los observadores políticos de Rabat van más allá e incluso temen que se produzcan intentos de desestabilización interna en Marruecos.

No hay cifras oficiales sobre el número de marroquíes que trabajan en Libia, pero, según fuentes sindicales, rondan los 30.000. El año pasado, el líder libio, Muamniar el Gadelafi, expulsó a decenas de miles de inmigrantes procedentes de países como Egipto y Túnez, con los que también mantiene disputas.

La oposición marroquí tarn. bién teme que el líder libio reanude su ayuda militar y financiera al Frente Polisario, que desde 1976 lucha contra Marruecos por el control del Sáhara occidental. En realidad, el cese de la ayuda a los saharauis fue el único resultado palpable del tratado Hasta la firma de la unión, en 1984, Libia había proporcionado dinero y grandes cantidades de armamento de origen soviético a las fuerzas saharauis.

En una intervención televisada el viernes por la noche, el rey Hassan II manifestó que el tratado había quedado "abolido, nulo y sin contenido" porque Gaddaffi y el presidente sirio, Hafez el Asad, habían hecho público un comunicado conjunto esta semana en el que le acusaban de alta traición. El comunicado, publicado en Trípoli tras la visita de Asad a Libia, declaraba al monarca alauí culpable de traición por su entrevista con el primer ministro israelí, Simón Peres, en Ifrán, el pasado julio.

Hassan II dijo a los marroquíes que el texto sirio-libio era excesivamente irrespetuoso y de mal gusto. En un mensaje enviado 24 horas antes a Gadelafi, el monarca aseguraba que las relaciones de Marruecos con Libia habían alcanzado "el umbral de lo intolerable".

El tratado de unión libio-marroquí, también conocido como Tratado de Uxela, ciudad marroquí en la que fue firmado el 13 de agosto de 1984 por Hassan II y el coronel Gaddafi, establecía la unión árabe-africana entre Marruecos y Libia. Esta "unión de Estados", como se la denominó, elatró en vigor el 1 de septiembre de ese año tras su aprobación por referéndum en Marruecos y por el Congreso Popular General (Parlamento) en Libia. El acuerdo preveía la consolidación de los lazos entre Trípoli y Rabat y entre sus objetivos se encontraba el trabajar por la unificación del Magreb y la nación árabe.

La unión se dotó de varias instituciones, entre las que destacan tina presidencia, con carácter rotativo, un secretariado permariente y un órgano parlamentario mixto. El tratado estaba abierto a todos los países árabes y africanos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_