Eterno acusado

Artur London escribió La confesión a modo de autobiografía basándose en su propia experiencia personal. El relato narra su secreta detención en 1951 acusado de conspirar contra el Estado, junto con otros miembros del Gobierno de Gottwald, al que pertenecía, y las torturas que padecieron durante los interrogatorios, que les llevó a confesar hechos no cometidos.Constantin Costa-Gavras llevó el relato al cine en 1970. Jorge Semprún escribió el guión, que se centró en las purgas del estalinismo contra un sector heterodoxo de la izquierda checoslovaca. Costa-Gavras intentó que el contenido del discurso no interfiriera con el plano histórico, para lo que dotó a la película de un estilo de thriller, pero sin anular el mensaje sobre los derechos humanos. La película no gozó de excesiva popularidad entre la izquierda europea occidental, que llegó a considerarla antiestalinista y antisocialista. De nuevo, London venía a arrostrar, en la rememoración que suponía el filme de Costa-Gavras, su pasada condición de acusado.