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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Futuro del estudiante

El movimiento estudiantil se está manifestando rotundamente en contra del endurecimiento de la selectividad y el aumento de las tasas académicas. La simpatía que la mayoría del pueblo ha mostrado deja bien sentado, a diferencia de lo que señalaba EL PAÍS en su editorial del 18 de diciembre de 1986 que esas medidas son perniciosas para la mayoría de la sociedad y rechazadas por ella. A no ser que EL PAÍS identifique a la sociedad con el pequeño grupo de privilegiados a los que el PSOE viene favoreciendo con su política general y con la educativa en particular. Pero, ¿cómo es posible afirmar que el pueblo pueda estar a favor de prohibir el acceso a la enseñanza a la mayoría de los jóvenes y de esta forma cerrarles un buen número de vías para acceder a un puesto de trabajo?Es evidente que la causa de las restricciones en la capacidad universitaria no es, como se pretende, la revalorización de la calidad de la enseñanza, sino la incapacidad del sistema capitalista para absorber toda la demanda de trabajo que fluye de los centros universitarios. Sí, son las ansias de ganancia de la minoría, que posee los medios de producción y su interés particular,,en vez del beneficio social, lo que determina que en períodos de crisis como el actual se provoque el paro en todos los sectores.

El Estado no pone los medios económicos necesarios para que pueda estudiar todo el que lo desee, con la calidad de medios adecuada, porque sirve a quien todos sabemos. Y se ha aumentado el coste de la Universidad al objeto de que sean sólo las clases adineradas las que sigan teniendo acceso al estudio superior, para evitar que los puestos importantes de la producción y la administración caigan en manos de las clases populares, que son más sensibles a las reivindicaciones de,los trabajadores y más peligrosas para la supervivencia del capitalismo.

Los jóvenes han salido a la calle, sobre todo, para protestar por el oscuro futuro que se les ofrece, y se han enfrentado al Estado y a su policía. Sólo por este dato se puede decir, en contra de las opiniones vertidas por la mayoría de la Prensa, que el nuevo estallido estudiantil tiene todos los ingredientes de un movimiento político. Por eso, remarcar como hace EL PAÍS que: "... a diferencia de los movimientos de 1968, de ineludible referencia, los jóvenes de ahora no aspiran a transformar radicalmente la vida. Se conforman con que. no se les elimine del derecho al trabajo y al saber..."; no es más que la expresión de su propio deseo y el del Gobierno, con la que pretenden minimizar la protesta juvenil.- Preso político del PCEr y estudiante de Filosofía.

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