El fiscal pide siete años de cárcel para el 'histórico' de ETA Javier Aya Zulaica
El fiscal de la Audiencia Nacional solicitó ayer siete años de prisión para Francisco Javier Aya Zulaica, alias Trepa, de 41 años, como autor de un delito de militancia en banda armada, ya que aseguró que Aya continuó formando parte del comité ejecutivo de ETA en fechas posteriores al año 1977, en que se concedió la amnistía. Aya, considerado como un militante histórico de ETA, afirmó durante el juicio que en el año 1976 abandonó la organización y que a partir de entonces no tuvo ninguna relación con ella.Aya se negó a contestar cualquier pregunta sobre hechos delictivos anteriores a la amnistía, y añadió que, aunque pudo haber vuelto a España, no lo hizo y siguió viviendo en el País Vasco francés para que su regreso no fuera aprovechado políticamente contra el movimiento de liberación vasco.
Javier Aya fue expulsado de Francia y entregado a las autoridades españolas el 9 de abril de 1987, y la pertenencia a la organización terrorista es el único cargo que existe contra él.
El fiscal basó su acusación en las declaraciones de otros varios miembros de ETA, la mayoría de ellos ya condenados por diversos delitos. De acuerdo con las declaraciones de estos etarras ante la Guardia Civil, Aya tuvo reuniones con otros directivos de ETA, alojó en su casa al etarra Jesús Zabarte, cobró en diversas ocasiones el impuesto revolucionario a industriales vascos y pidió informaciones a otros militantes sobre empresas e industriales. El fiscal concluyó señalando que, como miembro directivo de: la banda terrorista, intervino en la organización y decisión de diversos hechos terroristas realizados por ETA en territorio español.
Testigos de ETA
Varios miembros de ETA, entre los que destacaron Jesús Zabarte y Miguel Ángel Goyenechea, declararon como testigos. Todos ellos calificaron de falsas las acusaciones que contra Aya figuran en las declaraciones que realizaron ante la Guardia Civil cuando fueron detenidos, y añadieron que habían sido obtenidas con presiones. Zabarte y otro etarra, Echave, declararon que la dirección de ETA les había informado a finales de 1976 que Aya se había apartado de la organización.
También testificaron dos ciudadanos franceses que, según declararon, se dedican a la pesca profesional del percebe, y que Aya les acompañó durante toda la temporada de 1980 y las siguientes hasta que fue expulsado de Francia. Durante la temporada -que se inicia a últimos de agosto y dura hasta finales de la primavera, con un descanso en Navidades-, Aya permaneció con ellos en una isla de Bretaña, llamada Belle lle.
El fiscal ratificó su petición, y alternativamente, para el caso de que no fuera estimada la primera, pidió cinco años por asociación ilícita. El defensor, Miguel Castells, pidió la absolución, porque todas las acusaciones que pudieran formularse contra Aya están amnistiadas o, en cualquier caso, prescritas.
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