Falta de acuerdo entre Telefónica y la URSS sobre su filial conjunta

La constitución de una filial conjunta entre la empresa española Amper, Telefónica y el Estado soviético para la producción de terminales telefónicos ha entrado en un compás de espera como consecuencia de la falta de acuerdo entre los socios sobre las compensaciones industriales. Las posiciones de ambas partes, no obstante, podrían quedar desbloqueadas a finales de mes.Las desavenencias, surgidas a última hora, se refieren a la voluntad de las autoridades soviéticas de incrementar la cuota de exportación de teléfonos como forma de pago, según informa Pilar Bonet desde Moscú.

De acuerdo con fuentes españolas próximas a la negociación, la voluntad del socio soviético es garantizar un volumen de exportaciones por parte de la filial próximas al 30% de la producción, tinos 330.000 aparatos durante los próximos tres años. Esta pretensión es difícilmente asumible por Amper, socio principal en el proyecto por parte española, que carece de una capacidad comercial suficiente para absorber esta cantidad de terminales tanto en el mercado interior, de inminente liberalización, como a través de exportaciones.

Este extremo ha sido confirmado por fuentes españolas próximas a, la negociación, que han señalado que Telefónica y Amper han, ofrecido contrapartidas a la parte soviética cuyo contenido no ha sido desvelado.

Las contrapartidas

Las contrapartidas serán negociadas por ambas delegaciones en una reunión prevista para finales de mes en Moscú, en la que se espera desbloquear la actual situación. Las fuentes citadas señalaban la "voluntad de entendimiento" de ambas partes por cerrar el acuerdo, cuya firma se reservará, muy probablemente, para la visita a Madrid del ministro de Exteriores de la URSS, Edvard Shevardnadze, prevista para el mes de diciembre.La falta de entendimiento entre los futuros socios se ha producido a última hora y ha obligado a la delegación española a suspender el viaje organizado para la firma definitiva. Esta delegación, presidida por el máximo responsable de Telefónica, Luis Solana, tuvo que dar marcha atrás a su viaje a Moscú la semana. pasada y fue sustituida por un equipo negociador de menor rango de la empresa semipública, que no ha conseguido acercar las posiciones con las autoridades de la URSS.

Amper y Telefónica, a través ole su filial Telefónica Internacional, participarán en el 49% del capital de la nueva sociedad, controlada por el Estado soviético. La futura empresa tendrá su factoría en la ciudad de Perm, en la Rusia oriental. La producción de la nueva sociedad alcanzará un millón de unidades de teléfonos en los primeros tres años de actividad, según el último plan de empresa elaborado por los futuros socios.