UGT acuerda con CC OO realizar movilizaciones contra los presupuestos del Gobierno socialista

La ejecutiva de UGT ha propuesto a CC OO convocar a los trabajadores a movilizarse contra los Presupuestos Generales del Estado, según anunció ayer Apolinar Rodríguez, secretario de acción sindical de la central socialista. Los términos de las acciones de protesta serán concretados hoy entre ambas organizaciones. Nicolás Redondo y Antón Saracíbar, en una carta entregada personalmente al secretario general del PSOE, basan su dimisión como diputados en razones de coherencia sindical. Justo Zambrana, de la ejecutiva de UGT y diputado por Cuenca, declaró ayer que aún no había decidido si dejaba o no su cargo en el sindicato.

La coincidencia de CC OO y UGT en realizar movilizaciones contra los presupuestos del Gobierno se puso de manifiesto el mismo martes, día en que UGT celebró la reunión de ejecutiva. Las protestas tendrán su expresión en dos grandes concentraciones de jubilados y funcionarios y un gran mitin en Madrid para exigir que el Gobierno cumpla sus compromisos en cobertura a los parados.Para hoy está prevista una reunión de Apolinar Rodríguez y Agustín Moreno, responsables de acción sindical de UGT y CC OO, respectivamente, para concretar las fechas de las acciones que los dos sindicatos llevarán a cabo, probablemente dentro de este mismo mes.

Nicolás Redondo desde el pasado jueves estuvo intentando comunicarse con Felipe González para anunciarle personalmente su decisión de renunciar al escaño. El secretario general de UGT no pudo contactar ni siquiera telefónicamente con el presidente del Gobierno, y, finalmente, aprovechando la visita de los sindicalistas de Israel, pudieron Redondo y Saracíbar entregar en mano a González una carta con las razones de su dimisión.

Dolorosa decisión

Los dirigentes ugetistas intentan en sus escritos reducir las discrepancias a cuestiones puramente sindicales. Y así, el secretario general de UGT, subraya que "las razones que me llevan a adoptar esta actitud derivan de mis convicciones personales en relación con circunstancias de notoriedad púbIica".

Preocupa, sin embargo, al líder de UGT que se intente "derivar una discrepancia sindical hacia una confrontación política". Y desdramatiza la situación afirmando que es normal que existan divergencias entre la actividad sindical y la función de gobierno. Redondo, que termina su escrito con la frase "tuyo y de la clase obrera", advierte que toma esta decisión con el tiempo suficiente como para que el vacío que deja en el Parlamento pueda ser cubierto por otro socialista.

Ambos líderes apoyan su decisión en razones de coherencia sindical. Antón Saracíbar dice en su carta que se siente incapaz de "seguir manteniendo por más tiempo la contradicción entre mi responsabilidad en la ejecutiva de UGT y mi condición de parlamentario". Ayer mismo en declaraciones a este periódico confesaba que "ésta ha sido la decisión más difícil y traumática de mi vida". El secretario de organización de UGT añadió que su postura "había sido madurada largamente, consciente del daño que podía producir al partido". Saracíbar cree que las relaciones con el PSOE "no van a cambiar, pero esto tampoco va a mejorarlas".

Aunque su permanencia en el comité federal del PSOE depende del próximo Congreso, no tiene, según sus palabras, problema alguno en seguir en el mismo, "dado que puedo votar en contra y criticar sus decisiones".

Justo Zambrana, también miembro de la ejecutiva de UGT y parlamentario socialista, declaró ayer: "Aún estoy madurando mi decisión [dejar el cargo en el sindicato]. Todavía creo que el sindicalismo que yo propugno cabe en UGT".

Los dos dirigentes andaluces de UGT que tienen actas de diputado -Antonio Cuevas, secretario provincial de Sevilla, y Antonio Amate, que ocupa el mismo cargo en Almería- permanecerán en sus escaños y votarán los Presupuestos Generales. Amate reafirmó ayer que no secundaría la actitud de Nicolás Redondo, que considera contraria a las resoluciones confederales.