La compañía propietaria del 'Amoco-Cádiz', condenada a pagar 10.000 millones de indemnización
Un tribunal federal norteamericano condenó ayer a la compañía petrolera Amoco a pagar 85,2 millones de dólares (cerca de 10.000 millones de pesetas) a pescadores, propietarios de hoteles y otros ciudadanos franceses perjudicados por la marea negra provocada por el accidente del superpetrolero Amoco-Cádiz frente a las costas de la Bretaña francesa. El total de la indemnización concedida por el tribunal estadounidense es considerablemente inferior a los 30.000 millones de pesetas que pedían entre los afectados y el Gobierno francés.
El juez Frank McGarr dijo que consideraba equitativa la sentencia, ya que, si bien no concedía las peticiones de los afectados, estaba por encima de lo que la compañía propietaria del barco estaba dispuesta a pagar. McGarr, sin embargo, ha decidido no conceder la indemnización por lo que los afectados llamaban "disfrute perdido" y daños a la imagen de Bretaña como región turística. El Amoco-Cádiz, que navegaba bajo pabellón liberiano, embarrancó el 17 de marzo de 1978, durante una fuerte tormenta en el canal de la Mancha, y recorrió posteriormente unos tres kilómetros a lo largo de la costa de la Bretaña francesa derramando 223.000 toneladas de petróleo crudo. El accidente, considerado como el mayor de los derrames de crudo que ha alcanzado tierra firme, cubrió completamente las playas bretonas con una gruesa capa de petróleo, causando una enorme mortandad entre la fauna de la región y graves daños a la industria pesquera y turística de la zona.Amoco, por su parte, ya había indicado, antes de que la sentencia de 450 páginas fuera hecha pública ayer, que recurriría la decisión del tribunal, lo que significa que el final del caso puede estar aún a años vista. Poco después del accidente, la compañía petrolera destiné una cantidad -que en la actualidad sus abogados cifran en 42 millones de dólares- para hacer frente a las indemnizaciones, y ha indicado repetidas veces que una parte de las indemnizaciones debe correr a cargo de la compañía aseguradora.
Según el dictamen de una comisión establecida por Amoco para investigar las causas del accidente, el Amoco-Cádiz tenía un defecto en su sistema de dirección, por esta razón, los abogados de Amoco insisten en que los astilleros que construyeron el buque deben correr con los gastos. En este sentido, fuentes de Astilleros Españoles, SA (AESA), la empresa constructora del Amoco-Cádiz, han minimizado la posibilidad de que esta sociedad sea subsidiaria en las indemnizaciones ahora solicitadas a la naviera americana. Las citadas fuentes recuerdan que en el momento del accidente el barco se encontraba ya fuera del período de garantía. El petrolero fue construido en los astilleros de Cádiz a en 1973.
Los 90 municipios bretones, incluidos en 10 departamentos, que reclamaban una indemnización de 850 millones de francos (17.000 millones de pesetas), son los mayores perjudicados por la sentencia. Las instituciones locales bretonas se habían comprometido muy seriamente en los últimos años en el pleito, y buena parte de la actividad política giraba en tomo al proceso de Chicago y la hipotética lluvia de dinero que debía provocar. Según algunos cálculos, los habitantes de los municipios miembros del sindicato intercomunal organizado con motivo de la catástrofe habrán contribuido con 12 francos por habitante, durante 10 años, para financiar los gastos del proceso. Los hoteleros, pescadores y profesionales afectados reclamaban 200 millones de francos más. En total, la costa bretona pedía ella sola más del doble de la indemnización fijada por el tribunal. Si a ello se suma la indemnización pedida por el Estado francés en concepto de los gastos producidos directamente por el siniestro, Francia esperaba obtener 1.500 millones de francos.
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