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Un preso se fuga de Alcalá-Meco tras limar los barrotes

Un preso preventivo muy peligroso se fugó el lunes de la prisión de máxima seguridad de Alcalá-Meco (Madrid) tras limar los barrotes de su celda, atravesar dos filtros de alarma que, según fuentes penitenciarias, no funcionaron y saltar por una garita sin vigilante. La fuga se descubrió al ser sorprendido otro preso serrando también los barrotes de su celda. El pasado 31 de diciembre se consumó una de las cinco tentativas de fuga ocurridas desde octubre.

En la madrugada del pasado lunes, los funcionarios oyeron un ruido sospechoso en el módulo 3 de esta prisión. Se comprobó que procedía de la celda 27, donde el interno Juan Cortés García, según fuentes penitenciarias, había serrado los barrotes de la celda y tenía ya preparada una cuerda hecha con sábanas para la fuga.Los funcionarios realizaron entonces un recuento en las demás celdas y hallaron que la número 49 estaba vacía y con los barrotes limados. Su ocupante, Esteban Zacarías Sánchez Martínez, "en hora que no se puede precisar", según la nota del Ministerio de Justicia, "consiguió llegar al recinto de ronda [foso que precede al muro exterior y por el.que patrulla la policía], lo recorrió hasta la garita número ocho y consiguió librar el muro a través de la misma'.

Fuentes de este centro explican que esta garita estaba vacía por falta de dotación policial. Las citadas fuentes añaden que, al menos, no funcionaron dos de los avanzados sistemas de detección antifugas que posee esta prisión, clasificada como de máxima seguridad: un sistema de sensores que capta la presencia de cualquier persona en el foso y otro mecanismo situado en la verja metálica que circunda el muro externo y que se acciona al tocarla. La verja, según fuentes penitenciarias, fue serrada.

Cambio de barrotes

Fuentes de este centro aseguran que las cámaras de televisión para vigilancia tampoco funcionan, e informan que el pasado enero se desplazó un equipo de técnicos para revisar las condiciones de seguridad, y evaluó en 35 millones de pesetas el costo de las reformas necesarias.

Hasta ahora, el único cambio, según dichas fuentes, es que se están sustituyendo los barrotes de las celdas por unos de acero, más duros que los anteriores, y con una pieza interna que aumenta las vibraciones al ser serrados, lo que facilita oír esta operación.

En el módulo donde se produjeron la fuga y la tentativa, aún no habían sido sustituidos los barrotes, lo que sólo se ha llevado a cabo en tres de los catorce módulos de este centro. Fuentes sindicales ironizan diciendo que esta prisión "sería de máxima seguridad si funcionaran las alarmas".

Funcionarios de éste centro detallan otros incidentes recientes. El pasado 31 de diciembre se fugó un preso, cuyo alias es Manu, por un sistema similar. En enero se abortó la fuga de un recluso, cuyos apellidos son Fuentes Paraíso, que estaba en una celda de aislamiento en castigo por haberse intentado escapar el pasado mes de octubre. En esa ocasión logró subirse hasta el tejado -sin que saltaran unos sensores que actúan al sentir peso, según los sindicatos- y llegar casi a la puerta. En el pasado enero, se hallaron barrotes serrados en otras tres celdas.

El último fugado, Esteban Zacarías Sánchez Martínez, es un preso preventivo con un amplio historial delictivo, y es considerado muy peligroso. Tiene antecedentes por robos con intimidación, tráfico de drogas y lesiones.

El 26 de noviembre de 1986 fue liberado a punta de pistola por dos de sus compinches en el hospital Gregorio Marañón, adonde había sido conducido desde el hospital penitenciario de Carabanchel. En la acción resultó herido gravemente uno de los dos agentes que le custodiaban. Las armas de ambos fueron robadas. Sánchez Martínez, que tiene unos 32 años, fue localizado el 24 de febrero de 1988 en un chalé de Villalba (Madrid).

Los agentes le detuvieron cuando salía a darse un paseo, no sin tomarse alguna medida de protección. Portaba chaleco antibalas, un revólver Smith and Wesson y una pistola del 9 parabellum robada a los policías.

El PAÍS recabó ayer, sin to, la versión de Justicia y del director de esta cárcel de máxima seguridad, Antonio Lozano, sobre estos supuestos fallos del sistema de vigilancia. En esta prisión, según fuentes sindicales, están irternados unos 570 presos, de los que la mitad aproximadamente son preventivos. Unos 70 de Ios reclusos pertenecen a ETA, y también hay grapos, guerrilleros y terroristas palestinos.

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