Una expropiación impuesta

La Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, institución integrada por 132 municipios pertenecientes a las comunidades de Castilla y León y de Madrid, quiere que el Estado le devuelva los pinares y las matas robledales de Valsaín, ubicados en la vertiente norte de la sierra de Guadarrama, con una superficie de 11.000 hectáreas. El origen del litigio se remonta al rey Carlos III, que obligó a Segovia y a su Comunidad de Ciudad y Tierra a venderle el pinar de Valsaín, en el término de La Granja-San Ildefonso, en lo que hoy se podría denominar una expropiación impuesta, para que fuera incorporado a su real casa y para que lo disfrutaran los reyes y sus sucesores.

La Comunidad de Ciudad y Tierra, que preside el alcalde de Segovia, Juan Antonio Perteguer, del CDS, acordó recientemente apoyar plenamente una proposición de ley presentada por el senador por Segovia, José María Herrero, del Grupo Mixto, que se discutirá en la Cámara Alta después del verano, para que los pinares del Valsaín se reintegren a la propiedad de la Comunidad de la Ciudad y Tierra de Segovia como su legítima propietaria.Según los argumentos expuestos por el senador Herrero, que ha hecho suyos la Comunidad, por una real orden del 13 de junio de 1761, el rey Carlos III obligó a Segovia y a su Comunidad de Ciudad y Tierra a venderle forzosamente el pinar de Valsaín, en el término de La Granja-San Ildefonso, en lo que hoy se podría haber denominado como una expropiación impuesta, para que fuera incorporado a su real casa y para que lo disfrutaran los reyes y sus sucesores. Sin embargo, la ley 23/82, de 16 de junio, reguladora del patrimonio nacional, integrado por los bienes de la titularidad del Estado que se declaran afectos al uso y servicio del Rey y de los miembros de la familia real, no incluye los montes, cuya titularidad quedó transferida al Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona).

Por este motivo, los ayuntamientos que constituyen la comunidad entienden que ha sido anulada la finalidad de la compra o expropiación forzosa del rey Carlos III, que era para uso y disfrute del rey y de sus sucesores en la monarquía, al haber quedado los pinares excluidos por la ley de Patrimonio Nacional, continuador de la Corona, por lo que deben devolver a su inicial propietario.

En un acuerdo de la Comunidad se dice que la reintegración del pinar de Valsaín a Segovia y la devolución de este monte es un acto de justicia histórica y se trata de un derecho de reversión contemplado en la legislación de expropiación forzosa.

Razones históricas

Ayuntamientos madrileños como El Escorial y Lozoya, integrados en la Comunidad de Ciudad y Tierra, al igual que otros de la provincia de Ávila o los más, que pertenecen a Segovia, acordarán en próximos plenos municipales el apoyo a la proposición de ley. Para José Luis Martín Pérez, del PP, concejal de Urbanismo y representante del Ayuntamiento de El Escorial en la comunidad, en los escurialenses existe la conciencia de que ese pinar les pertenece por razones históricas. En los mismos términos se expresa Ramón Hernán Hernán, alcalde de Lozoya (Madrid) independiente en las listas del PSOE, cuyo municipio ya ha tomado el acuerdo de sumarse a la reivindicación. Para el senador José María Herrero, no se trata de una lucha política, sino de un comportamiento ciudadano ante una propiedad que cree que le pertenece y cuya cesión no fue motivada por una compraventa o convenio libremente acordado entre la Corona y la Ciudad y Tierra de Segovia, sino por una expropiación impuesta por el despotismo ilustrado de Carlos III, refrendada por el ministro marqués de Esquilache, contra el deseo de las corporaciones.

La devolución de los pinares de Valsaín ha sido discutida en diversas etapas políticas. Durante la República, en el debate parlamentario de la ley sobre el régimen económico y jurídico del extinguido Patrimonio de la Corona, diputados segovianos, entre los que se encontraba el radical socialista Martín de Antonio, pidió, aunque sin éxito, que los pinares de Valsaín fueran excluidos del Patrimonio de la República y devueltos a la Comunidad de Segovia. Como ejemplos citó la cesión de la Casa de Campo al Ayuntamiento de Madrid, el castillo de Pedralbes al de Barcelona y el Palacio de la Magdalena al de Santander. Sin embargo, el pinar quedó incluido en el Patrimonio de la República por la ley de 22 de mayo de 1932 que, durante el franquismo pasa al Patrimonio Nacional.