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EL ESTE CAMBIA

Los judíos soviéticos, entre Washington y Moscú

EE UU limita la entrada, la URSS facilita la salida

A partir de 1986 los números crecieron de forma alarmante para Washington, a medida que la política de glasnost emprendida por el presidente Mijail Gorbachov permitía la salida de un mayor número de judíos de la Unión Soviética.En 1986, la Unión Soviética sólo permitió la emigración de 914 judíos. Esa cifra ascendió a 8.155 en 1987, volvió a incrementarse hasta los 18.965 en 1988 y este año se espera que sobrepase los 50.000. Esa ascensión imparable ha hecho que, por primera vez en la historia, Washington se esté planteando seriamente la imposición de restricciones a la emigración de judíos soviéticos a Estados Unidos, después de haber utilizado el argumento como arma arrojadiza contra la Unión Soviética.

Washington se ampara en dos razones, una política y otra económica, en su intento de ralentizar la llegada de judíos soviéticos a Estados Unidos.

Hasta ahora, las autoridades norteamericanas concedían visados de refugiados políticos a los judíos soviéticos admitidos en este país.

A partir de ahora, y si se aprueban las nuevas propuestas de la Administración, los judíos soviéticos serán considerados como simples emigrantes y tendrán que acogerse, por tanto, a las cuotas de emigración fijadas por Washington.

Con este simple cambio de clasificación, la Administración del presidente Bush se ahorrará los 7.000 dólares que ahora paga por gastos de instalación de cada refugiado político.

Visados israelíes

La situación hasta el momento era que los judíos soviéticos que deseaban emigrar de la Unión Soviética salían casi todos con visados israelíes, el visado más fácil de obtener para un judío, dada la necesidad de Israel de poblar su territorio.

Desde la Unión Soviética se dirigían a Viena o a Italia, a campos instalados por organizaciones sionistas internacionales con dinero norteamericano, donde la mayoría inmediatamente se olvidaba de sus visados israelíes y solicitaba permiso de entrada en Estados Unidos.

La razón de su falta de entusiasmo por emigrar a Israel era muy simple: el temor a la intifada -rebelión palestina en los territorios árabes ocupados por Israel-, la dificultad de encontrar trabajo y la negativa a realizar elservicio militar obligatorio en el Ejército soviético.

Washington ha anunciado ya su intención de cerrar los campamentos de procesamiento de refugiados en Viena y Roma por razones presupuestarias, por lo que los judíos soviéticos que deseen emigrar a Estados Unidos tendrán que solicitar la correspondiente visa en la Embajada norteamericana en Moscú. El primer día que se anunciaron las nuevas medidas, la representación estadounidense se vio inundada por la llegada de 30.000 solicitudes de visados.

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