Tass critica las manifestaciones en Checoslovaquia contra la presencia militar sovietica
Manifestaciones que exigen la retirada de Checoslovaquia de las tropas de la Unión Soviética que abortaron la Primavera de Praga de 1968 se suceden en el país en una serie de protestas que son calificadas de "antisoviéticas" por la agencia Tass. El miércoles concluyó en Moscú, sin éxito, la segunda ronda de las negociaciones establecidas por Chéscoslovaquia y la URSS para intentar superar las divergencias existentes sobre el plazo de repatriación de 80.000 soldados del Ejército Rojo.La parte checoslovaca exige que todas las unidades soviéticas abandonen el territorio nacional antes de que concluya el presente año, y que la mayor parte lo haga antes de mayo, mes en que se celebrarán las primeras elecciones libres. El portavoz del Ministerio de Exteriores checolosvaco, Ludos Dobrovsky, subrayó que, entre tanto, las unidades soviéticas deben ceñirse a un nuevo estatuto, al considerar Praga inválido e impuesto por la fuerza el tratado de 1968.
Dobrosky denunció que aunque en aquel documento se hizo constar que la estancia de las tropas de Moscú en territorio checoslovaco sería temporal "hoy, al cabo de más de 22 años, encontramos aquí a los hijos de los invasores del 21 de agosto de 1968".
El viceministro de Exteriores soviético, Ivan Aboimov, por su parte, considera "precipitado" el plazo de un año para la salida del Ejército, y estima que la operación requiere más tiempo para hacerse en condiciones. El alto funcionario pidió comprensión para la situación de los 10.000 niños soviéticos que, según él, deben interrumpir su enseñanza en Checoslovaquia, así como para las familias de los oficiales rusos que no disponen de viviendas en su patria.
Simpatizantes de las exigencias checoslovacas señalan que Ivan Aboimov parece no tener esa misma comprensión para quienes a diario recuerdan los enormes daños que la presencia de los soviéticos causa en la nación.
Los estudiantes de ecología de la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad Carolina de Praga han recopilado, en el llamado teléfono verde, un extenso pliego de cargos en el que se responsabiliza a las concentraciones militares soviéticas de atentar contra el equilibrio ecológico con talas indiscriminadas, y de disparar los índices de contaminación y polución ambiental de las las áreas donde están asentadas.
El diario Lidove Novny piensa que la salida soviética de Checoslovaquia "será una prueba importante de que la URSS desea de verdad una Europa de paz".
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