Los únicos heridos de consideración se produjeron en la Bolsa
Seis personas resultaron con heridas de carácter leve como consecuencia de la explosión producida ayer en la Bolsa de Madrid. El ingreso de -los heridos en el hospital general Gregorio Marañón se registró a las 11.55, y su identidad es la siguiente: Magdalena Herrero, Jesús Cuara, Aurora Méndez, Luisa Martín, Isabel Roel y Eduardo Ferrán.
Una de las heridas, María Jesús Cuadra Jaén, operadora desde hace 12 años, compraba a la hora de la explosión chicles en el estanco anexo a la puerta trasera de] edificio que da acceso a la calle Juan Mena. Sus heridas se las produjeron los cascotes que le cayeron encima. Una hora después del estallido, el olor a pólvora persistía en esa entrada, a través de la cual se veía el patio de luces lleno de cascotes y con decenas de cables destrozados. Las ventanas tenían los marcos rotos.Eduardo Ferrán, de 32 años, volvió a la Bolsa a las dos y media de la tarde, con dos plastones de esparadrapo en la cara y una docena de puntos en la espalda. "Estaba hablando por teléfono en el despacho de al lado. Hemos sentido la explosión, yo pensaba que me había estallado el teléfono. Estaba todo destrozado. La escalera por donde subo y bajo todos los días ni estaba". Ferrán, supervisor de Bolsa, no recuerda por dónde bajó, -"quizá por encima de los cascotes"- pero la sangre le empapó la camisa.
"Pues anda, que si se han venido abajo los ordenadores", se preguntaba fuera del edificio Miguel de la Mora, asesor jurídico del Colegio de Corredores. A su secretaria, María Luisa Martín, se le cayeron encima los cristales de una puerta que tenía a su espalda.Magdalena Herrero Lluch sufrió erosiones en el cuello y la cara y Aurora Méndez Casa, contusiones en le pie izquierdo, informa Lila Pérez Gil. Isabel Roel González, de 25 años, había salido un momento del despacho de la primera planta donde trabaja, cuando explotó la bomba, según contaba una amiga suya, que la acompañó al hospital. Isabel, empleada administrativa en el departamento de mercado, "no se enteró de nada, de repente se vió en el suelo, muy aturdida, hasta tuvimos que explicarle que había estallado una bomba". Sufrió rotura del tímpano izquierdo, además de heridas en el pecho, el brazo y la cara, de pronóstico menos grave. Isabel Roel, que era la única herida que quedó ingresada en el centro hospitalario, fue dada de alta anoche.
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