Riesgo en la oficina
Aireación y ordenadores, causa de enfermedades
Abortos, fatiga, cataratas en los ojos, problemas de la columna, rinitis, irritabilidad, dolores de cabeza, dermatitis, alteraciones respiratorias o conjuntivitis son algunas de las enfermedades que se producen al trabajar en la oficina moderna. Los causantes son la mala instalación de los ordenadores y del aire acondicionado o calefacción. Además, si la oficina está abierta al público y mal organizada, puede provocar problemas psiquiátricos.
La oficina moderna se ha convertido en un lugar peligroso. Aunque tradicionalmente la minería ha sido el sector que requería la máxima atención de los responsables de salud laboral, y el de la construcción, el que encabezaba las clasificaciones de bajas y accidentes de trabajo, la informatización y los sistemas de aireación están generando nuevas enfermedades laborales por su mal uso o defectuoso mantenimiento.Al menos un millón de personas en España trabajan en un centro donde hay un sistema de aireación, y por tanto corren el riesgo de estar respirando las partículas de zinc, barnices, fibras de vidrio, formaldehido, amianto o polvo que desprenden al ambiente estos aparatos. El sindicato CC OO ha denunciado las alteraciones patológicas que puede provocar un mal mantenimiento de los mismos: conjuntivitis, rinitis, catarros, sequedad de las mucosas o, simplemente, mala tolerancia de las lentillas. Estas alteraciones afectan a personas de entre 40 y 55 años con deficiencias inmunológicas.
Mala instalación
El segundo factor de riesgo es la mala instalación del sistema informático en el lugar de trabajo. En los últimos diez años, miles de oficinas, despachos, tiendas, etcétera han incorporado un ordenador a su paisaje habitual. El problema surge cuando se limitan a instalarlo y, no acondicionan el lugar correctamente. Por eso la primera recomendación que dan los manuales de salud laboral es no colocar ni la pantalla ni al usuario frente a una ventana.Por otro lado, los filtros de las pantallas utilizados para mitigar los malos efectos de los rayos catódicos en los ojos no han dado los resultados que se esperaba de ellos.
El Scandinavian Journal of Work revisó los principales estudios realizados a nivel mundial sobre las alteraciones visuales producidas por trabajar con videoterminales y llegó a la siguiente conclusión: la astenopia (fatiga visual) presenta una frecuencia del 40% al 85% en los usuarios. También comprobó que las lesiones en los ojos se agravan al usar estas pantallas.
Los especialistas estudian en la actualidad la posibilidad de la aparición de las cataratas provocada por los ordenadores. La Guía técnica para el trabajo ante pantallas de datos, editada por UGT, dice que "se han citado varios casos en EE UU y Australia en apoyo de la opinión de que las pantallas de los ordenadores emiten radiaciones que pueden ocasionar cataratas". Y puntualiza que "es imposible decir con certeza que exista o no una relación entre la utilización de los ordenadores y la dolencia".
Problemas reproductivos
Otro aspecto muy tratado por los expertos es la relación directa entre el trabajo con ordenadores y problemas reproductivos. Un estudio de la National Association of Office Workers de Ohio (Estados Unidos) muestra una frecuencia del 50% de casos de abortos espontáneos y entre el 10% y el 57% de problemas congénitos en el recién nacido.Según Ángel Cárcoba, especialista en salud laboral de CC OO, "no son sufientes estos datos para hacer un estudio de control causa efecto". A pesar de tal imposibilidad, el responsable habla de otro análisis en la compañía telefónica Bell de Canadá "que demuestra la incidencia achacable a las radiaciones de los tubos catódicos de las pantalla" y plantea que el problema está en determinar el tiempo de exposición a estas radiaciones necesario para producir efectos nocivos y dar a las embarazadas la oportunidad de cambiar de trabajo. "Otros estudios dicen que es peor para el feto la preocupación y la fatiga mental por trabajar ante una pantalla que las radiaciones", explica Cárcoba.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.