PNV y PSOE aspiran a revalidar el pacto en el Ejecutivo vasco
Las dos principales formaciones del espectro político vasco, Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) abordan las elecciones autonómicas del próximo día 28 con el mismo objetivo de revalidar su hegemonía y prolongar la actual coalición de Gobierno, apoyada en 36 de los 75 escaños del Parlamento de Vitoria. Esta certeza resta margen de maniobra a los restantes partidos.
La principal incógnita se centra en la distribución de fuerzas de los dos socios. Ambos buscan una posición más favorable para la negociación y el reparto de las carteras, después de una experiencia de cuatro años que ha deparado sorpresas. El PNV peleará por la de Educación y el PSE-PSOE espera romper tabúes y obtener áreas como Interior o Cultura, consideradas irrenunciables por los nacionalistas. El principal valedor de la continuidad es Ramón Jáuregui, el candidato a lehendakari del PSE, mientras el PNV y su candidato José Antonio Ardanza, mantienen una ambigüedad calculada para no alejar a ningún elector. Jáuregui no oculta que su primer objetivo es repetir la fórmula actual y relega a un segundo plano la conquista de la presidencia.
El PSE concentrará la campaña en destacar los logros de gestión de sus consejeros, responsables en el Gabinete saliente de áreas como Educación, Economía, Industria o Sanidad. En el reparto de 1987 el PNV se reservó las carteras de contenido más político y cedió las de gran presupuesto. Por este motivo, los socialistas han manejado el 80% de los recursos.
La corriente principal en el PNV apunta también hacia la continuidad. Xabier Arzalluz y la mayoría'de la dirección mantienen su apuesta por el entendimiento con el Gobierno de Madrid. Tampoco pierden de vista su recuperación frente a Eusko Alkartasuna (EA) en las dos últimas convocatorias electorales.
Acuerdo entre nacionalistas
Algunos dirigentes del PNV defienden el acuerdo con EA y Euskadiko Ezkerra (EE). La tendencia al pacto entre nacionalistas encuentra contrapeso en otra, localizada en Vizcaya, que pretende lo contrario. El objetivo sería estrangular a EA en su feudo incorporando a EE al Gobierno autonómico.Desde la oposición, la estrategia común se orienta a mantener posiciones frente a los partidos del Gobierno. EA y EE, con Carlos Garaikoetxea y Kepa Aulestia como candidatos, han jugado un papel ambivalente, dentro del pacto de Ajuria Enea pero en oposición al Ejecutivo. Herri Batasuna (HB) trata de presentar un panorama con sólo dos opciones, la suya y todas las demás metidas en el mismo saco.
La única fuerza con expectativas de crecimiento es el PP, gracias a una imagen más de centro y a la recuperación del liderazgo del democristiano Jaime Mayor Oreja. Cuenta con atraerse la mayor parte del electorado del CDS y recuperar votos prestados en 1986 al Partido Nacionalista Vasco y al PSE. Dos opciones nuevas, Democracia Socialista, de Ricardo García Damborenea, y Unión Alavesa, una escisión del Partido Popular, cuentan, igual que Izquierda Unida con pocas posibilidades de superar la barrera del 5% de los votos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.