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LA CONFERENCIA DE MADRID

Siria acusa a Israel e insiste en su deseo de paz

Ángeles Espinosa

ÁNGELES ESPINOSA El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faruk al Shara, responsabilizó ayer a Israel del fracaso del primer encuentro de las delegaciones de ambos países. "Los israelíes se niegan a aceptar el principio de paz por territorios", repitió varias veces durante la conferencia de prensa que convocó antes de abandonar España. De todos modos, Al Shara tuvo buen cuidado en aclarar que su Gobierno desea continuar el proceso de paz y lamentó los "malentendidos" que le atribuyen una actitud intransigente. Aun así, las cinco horas largas de reunión entre sirios e israelíes no les arrancaron un apretón de manos.

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"No podemos continuar las conversaciones aquí, en Madrid, debido a la objeción israelí a este lugar", empezó diciendo el jefe de la diplomacia siria ante los informadores. A partir de ese momento, y durante 45 minutos, Al Shara aprovechó todas las preguntas para repetir su acusación a Israel, en lo que parece un ejercicio de fuerza encaminado a reforzar su postura en las futuras negociaciones."Para nuestra sorpresa, la delegación israelí rechazó todos los requisitos necesarios para el establecimiento de la paz en la región", insistió. Esos requisitos, precisó más tarde el responsable sirio, eran las resoluciones 242 y 331; de las Naciones Unidas, "según lo acordado con los patrocinadores de la conferencia".

Según el ministro de Damasco, "todas las delegaciones árabes acudieron a Madrid convencidas de que el eje de las conversaciones sería la ecuación paz por territorios", entre los que se incluyen los Altos del Golán, conquistados a Siria en 1967. Sin embargo, la delegación israelí "olvidó la tierra que se encuentra bajo los pies de sus soldados, y sólo pronunció palabras vacías sobre la paz".

Distinta versión

Los hombres de Isaac Shamir dieron una opinión distinta de lo ocurrido en el palacio de Parcent entre las diez de la noche del domingo y las tres y pico de la madrugada de ayer. En una breve comparecencia ante la prensa pocas horas después, el jefe de la delegación israelí, Yosef Ben Aharon, aseguró que Siria se había negado a aceptar todas las propuestas de Israel para entablar negociaciones de paz.

"Les propusimos discutir cuál debería ser el objeto de las negociaciones, como, por ejemplo, un tratado de paz, pero se negaron", explicó Ben Aharon. De acuerdo con esta versión, la delegación siria también rechazó la idea israelí de establecer un canal de comunicación técnica o la posibilidad de participar en conversaciones multilaterales sobre la cooperación regional.

"Lo único que querían negociar fue la retirada o evacuación israelí de los territorios ocupados", afirmó Ben Aharon, en lo que parecía el solo punto de coincidencia con el relato de Al Shara. El ministro sirio acusó de "intransigencia" al jefe de la delegación israelí, quien, según su versión, les dijo que "la retirada de los territorios no tiene nada que ver con la paz".

En definitiva, que las más de cinco horas de reunión debieron ser una especie de diálogo de sordos en el que las partes fueron incapaces de alcanzar un acuerdo sobre dónde celebrarán su próxima cita. "Insistían en Madrid, pero nosotros nos vamos hoy [por ayer]", declaró Ben Aharon poco antes de que iniciara el viaje de vuelta a casa. "Nos sentimos frustrados", confesó el israelí, aunque reconoció que el hecho de haberse reunido constituía un éxito en sí mismo. El sirio también quiso aparentar especial interés en el proceso de paz. Ha sido con este objetivo que en todas sus declaraciones tuvo un exquisito cuidado en atribuir a posibles "malentendidos" cualquier enfoque que les acuse de levantar obstáculos al proceso de paz.

La tierra palestina

En cuanto al motivo por el que la reunión de los israelíes con los sirios había destilado efluvios más negativos que la de aquéllos con los palestinos, el enviado de Damasco lo atribuyó a que no habían "hablado de la tierra palestina". "Espero", añadió, "que los palestinos estén satisfechos porque hayan podido abordar ese asunto, pero lo dudo".

"A pesar de todo, nosotros en Siria queremos dejar claro que deseamos la paz, y lo hemos demostrado viniendo a esta conferencia, organizada sobre la base de las resoluciones de la ONU", insistió Al Shara. Conminado a precisar cuál será el próximo paso, el jefe de la diplomacia siria dijo: "Esperamos que los copatrocinadores nos presenten alternativas para el lugar de la próxima reunión". Al Shara prometió estudiar "de forma positiva" todas las proposiciones.

Mientras tanto, en Oriente Próximo, la región motivo de preocupación de la Conferencia de Madrid, la jornada transcurrió con su tónica habitual. Tres ministros del Gobierno de Shamir acudieron a inaugurar un nuevo asentamiento en el Golán, lo que sirvió a Al Shara para introducir otra duda a las buenas intenciones de Israel.

El presidente libanés, Elías Haraul, por su parte, viajó a Damasco, donde se entrevistó con Hafez el Asad, en lo que para los israelíes constituye una prueba más de la ocupación siria del país vecino.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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