El PSC apuesta por la renovación, pero intenta evitar una guerra de fracciones
La Comisión Ejecutiva del PSC ratificó ayer su apuesta por la renovación del partido y del proyecto socialista, tanto en Cataluña como en el PSOE. El primer secretario, Raimon Obiols, presentó medidas para concretar la renovación, que fueron aceptadas. Pero por lo que respecta al PSOE, los dirigentes del PSC juzgan negativo que se etiquete como renovador a un sector del partido, en el que quedaría inmerso el propio PSC.El debate en la comisión ejecutiva, celebrado con la asistencia de Raimon Obiols; el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra; el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, dejó claro que el PSC asume que Serra se convierta en uno de los principales impulsores de la renovación en el PSOE, y que, en el contexto del socialismo español, el propio PSC aspira a ser un foco del que partan propuestas renovadoras.
La dirección del PSC aspira a incidir en la renovación del PSOE mediante "aportaciones en el debate de las ideas", declaró Mercedes Aroz, dirigente del PSC que pertenece también al Comité Federal del PSOE, y procurará evitar que ese debate se enquiste como una pugna entre fracciones.
Los dirigentes del PSC se mostraban ayer especialmente satisfechos porque el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Felipe González, reiteró el pasado día 28 su total identificación con algunas de las ideas que están en la base de la renovación por ellos defendida: los partidos no son patrimonio de sus dirigentes y deben evitar su sectarización, y la renovación, tanto programática como orgánica, es un reto ineludible.
Otros dirigentes del PSC, como el diputado Joan Marcet, vicepresidente tercero del Congreso, manifestaron su esperanza en que la decisión de González de encabezar de nuevo la oferta electoral socialista "relajará la tensión" en el PSOE y permitirá un debate más tranquilo.
El impulso que Obiols pretende dar a la renovación del PSC ha sido aceptado por el resto de los dirigentes, sin que las reticencias de algunos en los últimos meses se pusieran ayer de manifiesto en la comisión ejecutiva.
La crisis de Convergència
En los últimos meses ha habido en el PSC un sordo forcejeo entre los partidarios de apretar el acelerador de la renovación, encabezados por Obiols, y otros dirigentes que preferían posponer hasta después de las elecciones legislativas las discusiones más conflictivas. Entre estos últimos figuran Josep Maria Sala, secretario de Organización, y algunos dirigentes próximos a Serra.La dirección del PSC analizó la situación de Convergència y concluyó que el partido de Jordi Pujol sufre varias crisis superpuestas. Una crisis de confianza entre CDC y sus aliados de Unió Democrática, de credibilidad por las acusaciones de incompatibilidades y fraude a miembros y ex miembros del Gobierno catalán, y de relación entre los líderes del partido, Miquel Roca y Jordi Pujol.
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