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Cuatro pistoleros encapuchados, asaltan a tiros un refugio de dominicanos y matan a una mujer

Cuatro individuos enmascarados irrumpieron en una antigua discoteca que desde hace ocho meses utilizaban como refugio unos 30 dominicanos, mataron a tiros a una mujer de 33 años e hirieron de gravedad a un compatriota de 43. Las primeras investigaciones de #a Guardia Civil apuntan como autores de¡ homicidio a un grupo de individuos de ideología ultraderechista. Los compañeros de la víctima exigen justicia y anuncian que, en caso de no obtenerla, se vengarán. Es el primer acto de xenofobia criminal que se registra en Madrid.

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Un barrio a punto de estallar

Sobre las nueve de la noche de ayer, cuatro enmascarados, vestidos con ropa negra, penetraron en la antigua discoteca Four Roses, un local que en otro tiempo fue centro de diversión de gente guapa, situado en la carretera de La Coruña, en el distrito de Aravaca. Los asaltantes dispararon indiscriminadamente contra los dominicanos, que cenaban una sopa a la luz de una vela, y huyeron a la carrera, aunque fuentes policiales sospechan que posteriormente subieron a un coche que les esperaba junto a la carretera y se dirigieron a Madrid.Lucrecia Pérez Martos, de 33 años, que llegó a España hace "un mes y tres días" según declaró anoche un hermano suyo, resultó alcanzada por dos tiros, uno de ellos junto al corazón. Ingresó cadáver en la clínica de La Zarzuela, cercana al lugar de los hechos. Su compatriota Porfirio F. F., de 55 años, estaba siendo atendido anoche en el mismo centro de una herida de bala en una pierna, de carácter grave. Sus compatriotas, sin embargo, dijeron que el herido se llama Augusto Vargas.

Una mujer, de la que los dominicanos sólo saben que se llama Kati, y otro compatriota, conocido como Olmeda el Mueca, resultaron ilesos, pese a hallarse en la misma habitación en la que estaba Lucrecia Pérez. Ambos estaban siendo interrogados anoche por agentes del Grupo de Homicidios de la 112a Comandancia de la Guardia Civil.

Disparos durante la cena

"Estábamos cenando cuando escuchamos que alguien daba patadas en una puerta y después, cuatro estampidos", relató uno de los latinoamericanos que residen en la ruinosa discoteca. "Al principio pensamos que eran petardos y que alguno de nosotros estaba divirtiéndose un rato" añadió otro. Uno de los inmigrantes salió al exterior para comprobar qué ocurría, y uno de los atacantes efectuó contra él un disparo que no llegó a herirle.

La fallecida, Lucrecia Pérez, había dejado en Santo Domingo a su esposo y a una hija de corta edad para trasladarse a España en busca de trabajo. Logró emplearse como sirvienta doméstica, pero fue despedida a los pocos días, "porque estaba enferma de la cabeza y la señora la echó a la calle como si fuera un perro", relataba su hermano entre llantos. El herido, que anoche fue visitado por el delegado del Gobierno en Madrid, Segismundo Crespo, lleva siete meses en Madrid, donde trabaja como jardinero, según declaró un amigo.

Los dominicanos refugiados en la vieja discoteca tienen la sospecha de que los asesinos forman parte de un grupo xenófobo de carácter neonazi. Fuentes de la Guardia Civil también barajan esta hipótesis, teniendo en cuenta que los agresores dispararon de forma indiscriminada sus pistolas, posiblemente del calibre 9 milímetros corto.

Las calles de Aravaca están empapeladas con carteles, firmados por Juntas Españolas y Juntas Jóvenes. Debajo de una señal de stop se puede leer: 'Tos españoles primero". Sin embargo, los dominicanos aseguran que durante los meses que llevan viviendo en la discoteca no han sido molestados por grupos ultras. 'Tos únicos que nos han incordiado han sido los policías municipales, que algunos días han venido por aquí siete u ocho veces para pedirnos los papeles", relaté ayer el que aparentaba ser el líder de la colonia. Éste aseguró que más de una vez ha sido "encañonado" por los agentes.

Enfrentamientos callejeros

Los frecuentes enfrentamientos entre la Policía Municipal y los dominicanos tuvieron su punto culminante el pasado día 1, cuando unos 200 inmigrantes de esta nacionalidad apedrearon a los agentes que pretendían llevarse detenidas a dos mujeres indocumentadas de las que cada domingo se reúnen en la plaza de la Corona Boreal, de Aravaca. La policía se retiró con cuatro funcionarios heridos y ocho vehículos dañados.

Durante la batalla campal, los caribeños atacaron con palos y ladrillos a los agentes municipales, cuatro de los cuales tuvieron que recibir asistencia médica. Cuatro dominicanas fueron detenidas y trasladadas a la Brigada de Documentación, acusadas de estancia ilegal en España.

Días después, el embajador de la República Dominicana, Rafael Gautreau, señaló: "Vamos a elevar una protesta si eso [la agresión de la Policía Municipal] volviera a repetirse". El diplomático transmitió su queja al delegado del Gobierno en Madrid, Segismundo Crespo.

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