La madre de una novicia de clausura dice que las monjas no le permiten visitar a su hija

La madre de una novicia de 22 años de¡ convento de las carmelitas descalzas de San José de Ávila afirma que la superiora le impide ver a su. hija desde hace más de siete meses. "No estoy en contra de que sea monja de clausura" dice; "el problema es cómo entró y si realmente tiene vocación. Unaportavoz del convento aseguró ayer que es la propia joven quien se opone a las visitas de su madre. El alcalde de Getafe, residencia de la familia, actúa como mediador.

Según Teresa Peña, a ella y a sus dos hijas le han sido prohibidas las visitas y las llamadas. Su marido es el único que tiene acceso. La madre declaró a Interviú que una profesora del instituto había "lavado el cerebro" a su hija y la había "captado para un movimiento cristiano ultraconservador, Cruzadas de Santa María".María José Peña Lozano, que previsiblemente tomará sus votos perpetuos el 19 de marzo, cambió a los 15 años sus diversiones juveniles por los ejercicios espirituales. "Yo le vi las marcas del cilicio. Ella no le daba importancia", dice su madre. "A los 17 años dejó colgados los estudios y me anunció que se iba de casa para ser monja de clausura, por las buenas o por -las malas. En cuatro años y medio no le he dado ni un sólo beso, siempre con el torno separándonos. Sólo queremos que pase un tiempo con nosotros antes de profesar, saber que decide por sí misma, no por otros", dice Teresa Peña.

La superiora del convento de San José primera fundación de Santa Teresa de Ávila- no atendió a las llamadas de EL PAÍS, pero una monja que dijo hablar en su nombre aseguró que la madre de María José Lozano Peña "nos ha insultado cada vez que ha venido por aquí". "Esa pobre señora está enferma, necesita un médico. Es su hija la que no quiere verla. Sólo el Señor sabe la verdad".

"No entiendo que en pleno siglo XX una madre no pueda ver a su hija. Pensé que con un telefonazo lo arreglaría, pero empiezo a pensar que es un caso difícil", afirma el alcalde de Getafe (Madrid), Pedro Castro, mediador entre las autoridades eclesiásticas y la familia Peña. "Si tengo que hablar con el Papa lo haré", dice.