Moscú consideró un giro económico en caso de derrota en el referéndum

El Gobierno ruso, que dirige Víktor Chernomirdin, tenía ya preparado un cambio de política económica que los resultados del referéndum han hecho innecesario, según se desprende de un documento preparado por el Ministerio de Economía que apareció ayer en el paquete de papeles recibidos por los miembros del Gabinete antes de su sesión matutina.

Así lo manifestó Andréi Ilarionov, jefe del Centro de Análisis y Planificación del presidente del Consejo de Ministros, en una conferencia de prensa. El documento, que contemplaba una mayor intervención del Estado, fue preparado antes del nombramiento de Oleg Lóbov como viceprimer ministro y responsable de Economía. El nombramiento de Lóbov ha sido considerado como un reforzamiento del ala más conservadora del Gabinete, en conflicto con el ala más radical liderada por los primeros viceministros Anatoli Shubáis, Vladímir Shumeiko, Alexandr Shojin y Borís Fíodorov.

Este último reconoció ayer las dificultades que implica el cumplimiento de las promesas preelectorales del presidente y manifestó que el cumplimiento de los programas sociales anunciados la semana pasada resulta "bastante problemático" en los próximos meses, sin aumento de la masa monetaria y de la inflación. Fiódorov propuso aplazar durante seis meses estos programas.

El presidente del Banco Central de Rusia, Víktor Geráshenko, estuvo ayer en desacuerdo con la estrategia de. estabilización financiera expuesta por Chernomirdin. En opinión de Geráshenko, la principal causa de la inflación no es el aumento de la masa monetaria, sino la pérdida de control de la economía y el aumento de los precios.

Chernomirdin se mantuvo ayer firme en la línea de la reforma radical y anunció la revisión de los precios de la energía y la creación de un mecanismo para poner en práctica la ley de quiebra.