El Rey apoyará la autodeterminación palestina y los derechos humanos en su viaje a Israel

El rey Juan Carlos expondrá en Jerusalén la postura española sobre el conflicto árabe-israelí y pedirá que el proceso de paz culmine con el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo palestino. Hasta entonces, subrayará el Monarca, Israel debería poner en marcha medidas de confianza en materia de derechos humanos y no sólo la liberación de los millares de presos políticos. Los reyes inician hoy su primer viaje al Estado sionista, que constituye la primera visita de un jefe de Estado o de Gobierno desde que, el 13 de septiembre pasado, el primer ministro israelí, Isaac Rabin, firmara un acuerdo de paz con el líder palestino, Yasir Arafat.

Invitado una docena de veces a conocer Israel desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1986, don Juan Carlos emprende ahora una visita de cuatro días, la primera de un jefe de Estado, excepción hecha del gran duque Juan de Luxemburgo. A pesar de los últimos nubarrones aparecidos en el cielo de Oriente Próximo con la ruptura de las negociaciones palestino-israelíes de Taba, la visita del Rey se produce "en el mejor de los momentos", según un diplomático español, "porque aún se vive la euforia del anuncio de la paz".El anterior Gobierno israelí hizo en junio de 1991 un último intento por lograr acoger al Rey en marzo de 1992 para reconciliarse simbólicamente con el pueblo hebreo con motivo del quinto centenario de la expulsión de los judíos de España. No lo consiguió, aunque por esas fechas el entonces presidente de Israel, Haim Herzog, sí efectuó una visita oficial a España, penúltima etapa de la normalización de las relaciones entre ambos países que culmina el viaje de don Juan Carlos.

El plato fuerte de la estancia de los Reyes en Israel será el discurso que pronunciará el martes don Juan Carlos ante la Kneset (parlamento unicameral). En él defenderá los legítimos derechos nacionales del pueblo palestino y mencionará las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que piden la retirada israelí de los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza. Instará también a sus anfitriones a hacer gestos en materia de derechos humanos que inspiren confianza a los palestinos.

El monarca tendrá también palabras amables para su auditorio. Elogiará los esfuerzos del Gobierno israelí por firmar la paz. Advertirá, sin embargo, que la paz no será duradera mientras no abarque al conjunto de la región. Hará una velada alusión al viejo proyecto español de exportar la distensión en Europa al Mediterráneo a través de una conferencia de cooperación y seguridad regional.

Los discursos del Rey en el extranjero son redactados en el Ministerio de Asuntos Exteriores y revisados sucesivamente por Presidencia del Gobierno y la Casa del Rey, por lo que pueden ser considerados como la mejor síntesis de la política exterior española.

La alocución ante la Kneset -un parlamento ante el que han tomado la palabra muy pocos jefes de Estado- ha sido considerada tan importante que en este caso Felipe González ha retocado personalmente el texto.

"Por mucho que nuestra relación haya mejorado con Israel", explica un diplomático, "hablar ante la Kneset es mucho más complicado que hacerlo ante la Asamblea Nacional francesa", donde el Rey pronunció un discurso a principios de octubre. Cerca de la mitad del Parlamento israelí se opone además al proceso de paz que don Juan Carlos va a ensalzar y a alentar. "Todo tiene que estar muy medido y esperamos que salga bien", añade.

Además del componente político, la visita de don Juan Carlos tiene una dimensión económica y otra histórico-religiosa en tanto que patrono de los Santos Lugares que visitará en Jerusalén (Santo Sepulcro) y Galilea (Cafarnaum y la iglesia del milagro de los panes y de los peces). También recorrerá las excavaciones de Tel Hatzor, en las que trabajan arqueólogos españoles de la Universidad Complutense de Madrid.

Poco antes de regresar a España, el Monarca se reunirá, por último, con un centenar de empresarios israelíes y españoles, estos últimos encabezados por el presidente de la CEOE, José María Cuevas. Es la primera vez que una delegación empresarial acompaña oficiosamente al Rey en un viaje.

Visados

El Gobierno español hará un gesto solicitado desde hace años por Israel: suprimirá el trámite del visado para los ciudadanos israelíes que viajen a España por turismo o negocios. El Grupo de Schengen, integrado por nueve países comunitarios que han fijado para el 1 de febrero el desmantelamiento de sus fronteras comunes, también pedía desde 1991 a las autoridades españolas que levanten ese requisito al Estado israelí y a Australia. Francia y Portugal serán a partir de ahora los dos únicos países de la CE que siguen manteniendo esta exigencia con los israelíes.

El jefe de la diplomacia española, Javier Solana, hará el anuncio del levantamiento de este trámite, pero todavía transcurrirán unos meses hasta que sea efectiva la medida. Aunque en los últimos años disminuyó el número a israelíes que viajan a España, a mediados y fin de los ochenta Israel fue el país del mundo en el que los consulados españoles expidieron más visados, rebasando la cifra anual de 60.000. El año pasado se otorgaron tan sólo 33.000. A partir de ahora, los únicos clientes de la sección de visados serán los palestinos.