Secretarias
En referencia a una carta publicada en su diario, de fecha 7 de enero, quisiera romper una lanza en, favor de las secretarias. Una persona se quejaba de la lata que resulta ser joven, tener una licenciatura y además estar n el paro, porque las demandas de empleo no se adecuan a sus aspiraciones como persona-mujer (y citaba algunas: prostituta, secretaria o comercial).No creo que ninguna mujer aspire como tal a ser prostituta, pero no hay nada de malo en aspirar a ser secretaria o comercial. Hablando con conocimiento de causa, le diría que yo, como secretaria, tengo, al parecer, infinitamente más suerte que esa persona, puesto que no me resulta nada latoso ser joven (mi poder adquisitivo me permite disfrutar de, mi juventud saliendo, viajando y permitiéndome algunos lujos); no poseo título universitario, pero creo que cada vez está más claro que estar en posesión de un título universitario no te garantiza un trabajo seguro, mientras que las carreras medias te proporcionan un trabajo más rápido (lo que no significa que no hayamos tenido que estudiar para tratar de ser las mejores en nuestro campo, que es lo importante), y además no estoy en el paro.
¿Por qué se intenta desvalorizar a las secretarias, cuando éstas ocupan un papel tan importante en el engranaje de una empresa? Entiendo que una persona que haya estudiado Derecho, por ejemplo, no esté dispuesta a trabajar como comercial o como secretaria (y nadie, absolutamente nadie, estaría dispuesta a trabajar como prostituta), pero de ahí a querer meternos a todos en el mismo saco...
Pero, señores, ¿qué harían los ejecutivos sin sus secretarias? Rien de rien.-
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