Los abogados de Carlos anuncian una demanda contra la policía francesa
"Vamos a presentar una demanda por secuestro contra los policías de la Dirección de Seguridad del Territorio francesa", ha declarado Murad Oussedik, uno de los abogados del superterrorista Carlos, que, como Jacques Vergès, otro de los abogados defensores, intenta poner de relieve las confusas circunstancias en que se produjo la llegada del terrorista a Francia, entregado por el Gobierno de Sudán a cambio de supuestas contrapartidas en ayuda técnica y estratégica.Una vez pasado el efecto sorpresa, todo el mundo se pregunta sobre los aspectos oscuros del asunto: ¿por qué Charles Pasqua, ministro del Interior francés, habló de demanda de extradición cuando en realidad Carlos fue expulsado de Sudán?; ¿qué ha ofrecido Francia a cambio?; ¿la detención no desencadenará una ola de atentados?
Incluso Alain Marsaud, un diputado de la Agrupación para la República (RPR), es decir, de la actual mayoría en el Gobierno y antiguo magistrado especialista en. cuestiones de antiterrorismo, ha denunciado el peligro de unas hipotéticas "represalias contra los intereses franceses en el extranjero", ya que "en materia de terrorismo nunca se pueden prevenir todos los riesgos".
Mientras, Vergès va dibujando las líneas maestras de su defensa, que, como es habitual en él, consistirá en un buen ataque: "Carlos hará una declaración en la que reivindicará, sin entrar en detalles, el sentido del combate político y militar que ha llevado a cabo a lo largo de su vida".
Según Vergès, "Carlos no está desmoralizado. Se sabe momentáneamente fuera de combate, eso sí". Respecto a los 83 muertos que jalonan la trayectoria criminal de Ilich Ramírez Sánchez, "él no los reivindica, nunca lo ha hecho". "¿Acaso los responsables de las transfusiones de sangre contaminada han reivindicado las muertes que provocaron? Carlos justifica su lucha, pero no se vanagloria de las víctimas causadas".
"Es un hombre cultivado"
Respecto al personaje, el abogado defensor Vergès dijo que en el transcurso del encuentro con su cliente "hemos hablado de cine, política, economía y literatura". "Es un hombre cultivado", añade.Para Murad Oussedik el terrorista es, además, "un hombre tranquilo, sereno, que fisicamente ya se ha recuperado del mal trato recibido durante el secuestro, que sólo se lamenta de no poder disponer de prensa en la cárcel y de no poder alquilar ni un aparato de radio ni un televisor hasta que no estén resueltos todos los trámites legales de su irregular detención".
El abogado Jacques Vergès, por su parte, dejó bien claro que no hay que esperar grandes revelaciones de los interrogatorios de Carlos: "No es un delator. Ha sido traicionado, eso es innegable, pero no por eso va a dar nombres ni desvelar quiénes fueron los que se han servido de él. A los traidores sólo les dedicará su desprecio".
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