La megafonía del Sevilla difundió consignas de los grupos 'ultras'

Los servicios de megafonía del estadio Ramón Sánchez Pizjuán pidieron calma a la afición sevillista durante el encuentro Sevilla-Tenerife con la intención de apagar las protestas del público contra su equipo. Sin embargo, poco antes de iniciarse el partido contribuyó a encender el ánimo de los aficionados divulgando cánticos y consignas del grupo ultra que se ubica en el Gol Norte del estadio.Poco después del gol que suponía el empate a un tanto del equipo tinerfeño que dirige Vicente Cantatore -ex técnico del Sevilla-, en el minuto 20 del partido, los altavoces del Sánchez Pizjuán difundieron un consejo: "Rogamos a los aficionados se abstengan de silbar a nuestros jugadores y se limiten a animar al equipo", se recomendó. El efecto fue el contrario al perseguido. Inmediatamente, miles de gargantas se dirigieron al palco para increpar al presidente del Sevilla, Luis Cuervas.

Las protestas de los aficionados ya no cesaron hasta el final del encuentro, encendiéndose mucho más después de que Diego Latorre consiguiera el gol del triunfo para el Tenerife. Al término del choque se hizo necesaria la intervención de la policía para evitar el asalto de un nutrido grupo de hinchas al palco presidencial del estadio. El presidente sevillista no se hizo responsable de la recomedación pública que intentó silenciar las protestas del público.

Frases sin censura

Pero, poco antes, durante el calentamiento previo al partido del domingo, los mismos altavoces airearon frases como "...hay que decirles a esos bastardos que a Segunda volverán", o "...esa mierda de afición", "...puta mierda balompié [en alusión al Betis], confundidas con otras de desprecio hacia el Cádiz.

Esas y otras frases fueron divulgadas sin censura por la megafonía del estadio Sánchez Pizjuán, eso sí, mezcladas con los tradicionales cánticos de apoyo al Sevilla que la Peña Biri-Biri ha editado en cassette, precisamente la misma cinta que pinchó el servicio de megafonía.

Los acontecimientos vividos el domingo en el Sánchez Pizjuán vienen precedidos de unas polémicas declaraciones de Davor Suker. El futbolista croata aireó sus deseos de marcharse del equipo sevillista y la afición no lo perdonó. Desde el inicio del partido frente al Tenerife, cada intervención de Suker era fuertemente constetada desde la grada por la afición local. Sólo la Peña Biri-Biri intentó contrarrestar la bronca con tímidos aplausos.

Los abucheos terminaron por extenderse al resto de los jugadores y, sobre todo, al palco de autoridades. Luis Cuervas explicó ayer a la Cadena SER que "el público fue predispuesto a contestar a Suker, con todo el merecimiento. Eso desató después una crispación generalizada debido a las circunstancias del partido. Yo mismo estaba deseando que marcara dos goles para que se apagaran las protestas".