Calma en Tiananmen a los seis años de la matanza
La plaza pequinesa de Tiananmen casi ofrecía ayer, seis años después de la matanza que acabó con las manifestaciones estudiantiles en contra de la corrupción del Partido Comunista Chino, el aspecto de un domingo cualquiera. Turistas nacionales y extranjeros paseaban por la plaza más grande del mundo, en la que, a diferencia de los cinco años precedentes, estaban abiertos museos, restaurantes y otros establecimientos. El intento de normalidad chocaba con el control de cientos de policías que, aunque sin material antidisturbios, recorrían por parejas la zona.Sin embargo, este año la movilización de intelectuales y prisioneros políticos para que no se olviden los intentos democratizadores de Tiananmen han sido mas fuertes que nunca. Ayer mismo, Chen Ziming, de 42 años, condenado a 13 años de cárcel por su participación en las protestas de 1989 y liberado el año pasado por sufrir un cáncer, anunció, a pesar de las amenazas sufridas, que iniciaba una huelga de hambre para pedir la liberación de todos los presos políticos.
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