Clinton prepara su estrategia para impedir el fin del embargo

Poco antes de que la Cámara de Representantes de EE UU aprobara el martes el levantamiento del embargo de armas sobre Bosnia, el presidente Bill Clinton había comenzado a desplegar ya una estrategia para revocar la medida. Tras anunciar por la mañana que iba a ejercer su derecho de veto sobre la ley, ya aprobada por el Senado la semana pasada, Clinton convenció a varios representantes para que votaran en contra. Fuentes de la Administración citaron después de la sesión a un grupo de legisladores de ambos partidos que votarían en contra del levantamiento del embargo si la ley vuelve al Congreso tras el veto de Clinton. En ese caaso, la propuesta, que obligaría al Ejecutivo a retirar unilateralmente su apoyo al embargo internacional de armas, necesitaría el apoyo de dos tercios de ambas cámaras para aplastar el veto presidencial. De lograrse esta mayoría, Clinton sufriría un revés político más grave.

La resolución aprobada se interpreta como una muestra de descontento ante la política de brazos cruzados de la Administración frente al acoso de los musulmanes de Bosnia. La sesión se caracterizó por continuas referencias a una repetición del Holocausto ante la cual no se podía seguir impasible.

Periodo vacacional

Aunque la Casa Blanca dijo en un comunicado que "el presidente confía en que su veto será admitido", Clinton cuenta con otras opciones para retrasar la entrada en vigor del posible levantamiento del embargo. En primer lugar, espera que el propio Congreso modifique los términos de la legislación antes de remitírsela y el periodo vacacional de la Cámara baja comienza mañana y el del Senado el próximo día 12. En este margen de tiempo pueden cambiar las circunstancias. El secretario deDefensa, William Perry, declaró que cuando se calmen los ánimos, "el Congreso dejará de exigir a la Administración el levantamiento del embargo". Es muy probable que Clinton retrase su veto hasta principios de septiembre.En cualquier caso, el embargo no se haría efectivo hasta que las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU se retiren (para lo cual se necesitaría una no deseada intervención de tropas norteamericanas) o bien hasta 12 semanas después de que el Gobierno bosnio lo solicite. El líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Richard Gephardt dijo: "Imaginen cómo explicamos al pueblo estadounidense que su hijo ha muerto en Bosnia durante una retirada" de cascos azules. Otra de las opciones de Clinton es retrasar la aplicación de la medida en períodos ilimitados de 30 días.