Más de 1.500 concursantes a cátedras de secundaria recurrieron su calificación

Más de 1.500 profesores que concursaron a cátedras de Secundaria en 1991 (acudiendo a una convocatoria que resultó muy polémica por muy diversos motivos) presentaron recursos contencioso-administrativos contra las calificaciones. La Audiencia Nacional comenzó a pronunciarse a finales del pasado año y, por el momento, con resultados desfavorables para los recurrentes, según Adolfo Navarro, director General de Personal del MEC. Los sindicatos CC OO y FETE-UGT señalan que los recursos y las reclamaciones podrían acercarse al 30% del total de concursantes, al tiempo que advierten que la propia Orden Ministerial de aquella convocatoria "está recurrida ante la Audiencia Nacional", aspecto que el MEC asegura que "desconoce"."Sólo tenemos constancia de 1.516 recursos administrativos, frente a los más de 11.000 concursantes", argumenta Adolfo Navarro, "y, desde luego, el proceso seguido entonces se ajusta a derecho como reconoce la Audiencia Nacional en sus sentencias".

Tanto los recursos contencioso-administrativos como las reclamaciones ante el ministerio se refieren a los criterios aplicados para calificar los méritos presentados por los profesores. "Ése fue el auténtico desastre", comenta Luis Beamonte, miembro de FETE-UGT, "el MEIC optó por la fórmula de primar la memoria frente al tradicional sistema de evaluación de méritos de las oposiciones, lo cual propició que ni siquiera los tribunales se pusieran de acuerdo sobre cómo debían calificarse los trabajos; mientras unos valoraban positivamente una memoria realizada en equipo, para otros resultaba automáticamente descalificable".

"En la Orden no se dice expresamente que pudieran presentarse Memorias hechas por varios profesores", interviene! Adolfo Navarro, "aunque es cierto que hubo mucha gente que lo entendió así, pero fue una interpretación errónea".

Los sindicatos, por el contrario, hablan de "desconcierto y clientelismo" entre los miembros de estos Tribunales: "El MEC potenciaba en aquel momento la idea el e trabajar en equipo, particularmente porque éste era uno de los fundamentos de la LOGSE. ¿Qué hizo?, nombrar a presidentes de tribunales afines a estos principios que puntuaron positivamente trabajos de equipo; pero como los vocales tenían que nombrarse por sorteo tuvo que enfrentarse a la opinión contraria de catedráticos disconformes con el procedimiento, que descalificaron este tipo de trabajos por considerarlos inaceptables. Hubo, incluso, miembros de un sindicato que fueron todos descalificados por presentar una Memoria colectiva. Un desastre total coinciden en señalar Luis Acevedo y Luis Beamonte, de CC OO y FETE, respectivamente. "Ahora pretende recular, pero ahí están los recursos y las reclamaciones, y no hay que olvidar que en Andalucía la convocatoria fue anulada", insiste Beamonte.

Por su parte, los sindicatos tampoco se libran de las críticas, provenientes de profesores que acudieron "por libre" a aquella convocatoria. Manuel M. es un ejemplo, y no tiene medias tintas a la hora de criticar con igual dureza al Ministerio y a los sindicatos de los cuales, dice, que "actuaron con el sentido gremial y corporativo que les caracteriza". "Ellos tenían constancia de antemano del despiste generalizado del profesorado; sabían también, porque su propia gente lo había hecho, que muchas memorias se habían realizado en equipo y que mientras unos aprobaron otros fueron descalificados con el mismo trabajo. Pero prefirieron hacer oídos sordos ante tanto bochorno y picaresca".

"Nosotros siempre denunciamos el proceso; de hecho, la Orden está recurrida por varios sindicatos, entre ellos el nuestro", argumenta Luis Beamonte, de FETE-UGT. "Claro que hubo gente pícara y oportunista que se apropió de la labor de otros, pero esto nunca fue alentado por nosotros. Para eso están los tribunales; quienes consideren que les han usurpado un trabajo que denuncien".

En lo que sí hay coincidencia es en calificar la Orden Ministerial de 1991 como un auténtico desastre: "No tiene más que comparar la Orden de 1991 con la de 1994, el MEC dejó claro que las Memorias que concursasen en 1995 debían ser exclusivamente individuales. Si la primera Orden lo daba a entender, tal como dicen, para qué cambiarla", sentencian sindicatos y profesores.