El ministro italiano de Justicia descarta que el espionaje a Berlusconi sea obra de los jueces
El ministro italiano de Justicia, Giovanni Maria Flick, un abogado que fue defensor de varios acusados por la investigación Manos Limpias, descartó ayer que el micrófono oculto descubierto por Silvio Berlusconi en su despacho pudiera haber sido colocado por la magistratura. La cuestión, que probablemente no se aclare nunca, es quién decidió este espionaje, que, por una vez, ha puesto de acuerdo a los principales partidos del Gobierno y de la oposición y que, en opinión de muchos, podría ser el primer paso hacia un compromiso político para la reforma de la justicia. La reestructuración de la institucíón judicial, que en lenguaje periodístico viene presentada como la recuperación por parte de los políticos de la iniciativa sobre la vida pública, y la reforma del sistema político para concluir la transición hacia esa democracia bipolar y de Gobierno estable que la mayoría de los italianos dicen desear desde que se descubrió la corrupción de la llamada Primera República, son los dos grandes temas pendientes del país.Tanto en el centro-derecha como en el centro-izquierda hay partidos que recelan de esos cambios, porque, ven en ellos un peligro para sus aspiraciones políticas. Es el caso de los ex democristianos y comunistas, entre las fuerzas del Gobierno, mientras que en el Polo, Alianza Nacional, aun declarándose partidaria del cambio, se ha opuesto frontalmente a proyectos concretos de acuerdos para las reformas.
Silvio Berlusconi y Massimo d'Alema son los dos líderes más propensos a seguir la vía del compromiso, como demuestra el acuerdo fallido con el que trataron de evitar la convocatoria de las últimas elecciones legislativas. Al parecer, la revelación por parte de líder de Forza Italia del hallazgo del micrófono en su despacho ha sido cuidadosamente conectada con esa tendencia al compromiso reformista que comparte con el líder del Partido Democrático de la Izquierda (PDS).
El micrófono fue descubierto el pasado miércoles, según dijo Berlusconi, pero su existencia no fue revelada hasta el viernes, precisamente cuando estaba en su cenit la polémica sobre el deterioro de imagen que el ministro de Obras Públicas, Antonio di Pietro, está sufriendo por la revelación de conversaciones grabadas a los acusados en una investigación de la magistratura de La Spezia. El ex fiscal y acusador de otros tiempos aparece así por primera vez junto a su principal acusado, Berlusconi, como si ambos fueran víctimas de un mismo poder oculto que, al no admitir freno ni ley, pone en cuestión la democracia.
Estructura policial
La revelación del espionaje sufrido por el líder de Forza Italia fue, además, consensuada con D'Alema, en un gesto de juego limpio poco habitual en la reciente, vida parlamentaría italiana. Informado con antelación, el líder del PDS recomendó a Berlusconi que no exagerara las cosas, y éste ha seguido el consejo. Dijo que no es él quien tiene que señalar a los que colocaron el micrófono sino la magistratura, y D'Alema repitió ayer estas mismas palabras.Un elemento más belicoso del partido de Berlusconi, como el ministro de Justicia, Filippo Mancuso, acusó, en cambio, del espionaje ilegal a "una estructura Central del Estado con función de policía" y a la "magistratura desviada".
En la izquierda, el ex alcalde de Turín, Diego Novelli, comentó: "No creo que se deba minusvalorar el micrófono encontrado por Berlusconi, pero tampoco entiendo el llamamiento a la unidad de la clase política italiana frente a un enemigo no identificado. ¿Frente a quién? ¿Frente a los corruptos de ayer y de hoy? ¿Frente a los amigos de los mafiosos y de los camorristas? No, no somos todos iguales".
Por su parte, los magistrados de Milán, en un debate realizado en Roma, denunciaron ayer que, las investigaciones demuestran que "la corrupción sigue existiendo" y que el sistema político "no hace nada para combatirla, para que sea afrontada por procedimientos distintos de los judiciales". "Es más", dijo Gherardo Colombo, "vemos cosas que significan dificultades para la justicia, como la propuesta de separación de las carreras de jueces y fiscales". Éste es uno de los puntos de acuerdo entre el PDS y Fl para la reforma judicial.
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