Aznar impide que se difunda el documento que define la política de defensa del Gobierno
El presidente José María Aznar ha decidido clasificar como reservada la Directiva de Defensa Nacional 1/96, el documento que define la política de defensa del Gobierno, para evitar su conocimiento público. Esta decisión supone un retroceso respecto a lo ocurrido en 1992, cuando Felipe González decidió, por vez primera, difundir la directiva vigente hasta ahora. La ocultación de este documento contradice el objetivo oficial de elevar la escasa conciencia de defensa de los españoles, para lo que el titular de Defensa, Eduardo Serra, presentó el pasado viernes un plan al Consejo de Ministros.
La Directiva de Defensa Nacional (DDN) es el documento que define los grandes objetivos de la política de defensa. Tiene carácter cuatrienal y la firma el presidente del Gobierno. Felipe González firmó su última DDN el- 27 de marzo de 1992 y José María Aznar ha firmado la primera en una fecha no precisada de diciembre del año pasado. Con la aprobación de la DDN se inicia el llamado ciclo de planeamiento de la defensa, en el que se fijan los medios con que contarán las Fuerzas Armadas para cumplir las misiones asignadas.Forman parte de dicho ciclo el Concepto Estratégico (CE), el Objetivo de Fuerza Conjunto (OFC) y el Plan Estratégico Conjunto (PEC). Todos estos documentos tienen carácter secreto, salvo la DDN, a la que el Gobierno decidió en 1992, una vez acabada la guerra fría, dar difusión para propiciar una mayor identificación de la sociedad con la política de defensa.
Aznar ha optado, sin embargo, por clasificar la DDN 1/96 como reservada, por lo que ni el Ministerio de Defensa ni Presidencia del Gobierno han querido facilitar el texto. Ni siquiera los grupos parlamentarios han sido informados de su contenido.
El ministro de Defensa, Eduardo Serra, se limitó a esbozar sus líneas maestras durante la Pascua Militar, el pasado 6 de enero, y una semana después fue presentada ante la Junta de Defensa Nacional, presidida por el Rey, con asistencia del Príncipe de Asturias.
Elevar la conciencia de defensa
Ninguna de las fuentes consultadas ha sabido explicar la razón por la que se ha clasificado la directiva. Su contenido (del que EL PAÍS ofreció un amplio resumen el 27 de enero) no parece justificar la decisión de ocultarla a la opinión pública.El documento, de ocho folios, es una mera declaración de principios y grandes directrices. Estas últimas son tres: consolidar la presencia española en las organizaciones internacionales de seguridad, lo que incluye la integración militar en la OTAN; mejorar la eficacia de las Fuerzas Armadas, mediante su plena profesionalización en un plazo de seis años; y conseguir el apoyo y la participación de la sociedad en el dispositivo de defensa.
Precisamente, el énfasis que pone la directiva en la necesidad de mejorar la sintonía entre la sociedad y los ejércitos, a través de "un mejor conocimiento" de las necesidades y responsabilidades de España en materia de seguridad, hacen más incomprensible la decisión de clasificarla.
El titular de Defensa, Eduardo Serra, presentó el pasado viernes al Consejo de Ministros los planes elaborados por su departamento para elevar la "débil" conciencia de defensa de los españoles. Entre las medidas previstas está la potenciación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (lEE), que ha sido transferido a la Dirección General de Política de Defensa, a las órdenes directas del ministro.
También sé pretende crear un Consejo Asesor para el Desarrollo de la Conciencia Nacional de Defensa y promover actividades conjuntas con Educación.
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