La investigación apunta a que el tren no respetó las señales en Uharte
La "señal de avanzada" situada a 1.500 metros de la estacón de Uharte-Arakil es la pieza clave de la investigación del accidente del Miguel de Unamuno, en el que murieron 18 personas. Las pesquisas de Renfe apuntan a que no se respetó esa señal de detención ni tampoco otras cuatro anteriores al paso del tren por la estación de Uharte. La locomotora sólo frenó cuando entró en el desvío. En sus declaraciones ante la Guardia Civil, el maquinista y el jefe de la estación ofrecieron versiones contradictorias.
La señal denominada "de avanzada", situada a 1.500 metros de Uharte, es, según fuentes cercanas a Renfe, la pieza clave de la investigación del descarrilamiento el lunes del Intercity Miguel de Unamuno, en el que murieron 18 personas. Esa señal, un triángulo amarillo, indicaba, según la investigación, precaución, por lo que el tren debía haber reducido su velocidad hasta los 30 kilómetros por hora antes de llegar a la llamada "señal de entrada", situada a 200 metros del cambio de agujas donde descarriló.Es posible que el maquinista no viera esa señal, pues unos 10 o 15 metros antes de esa señalización, en dirección a Alsasua, existe un poste de electrificación de la catenaria que dificulta su visión cuando se circula a velocidades altas. "Estos postes se sitúan a 50 metros unos de otros y ése en concreto resta visibilidad a la señal si uno no está muy atento".
Pero tras la señal de avanzada, hay otras cada 300 metros. Sólo si no se ve ninguna, indican fuentes de la investigación, se mantiene la velocidad. No debieron verse porque el tren continuó a 137 kilómetros por hora, según señaló el presidente de Renfe, Miguel Corsini, el martes en Pamplona. La señal de frenado de la locomotora en las vías muestra que ésta sólo intentó parar al entrar en el desvío.
En sus declaraciones ante la Guardia Civil, el maquinista declaró que vio vía libre, mientras que el jefe de estación de Uharte-Arakil aseguró que las señales ordenaban reducir la velocidad. La verificación realizada por los investigadores apunta a que sí funcionaron las señales. Bien es cierto que el cambio no solía realizarse en Uharte-Arakil sino en Etxarri-Aranatz.
Además, el denominado Itinerario o Libro horario, que todos los maquinistas reciben y en el que quedan reflejadas paradas obligatorias, los trenes con los que se cruce y otras incidencias, no recogía ninguna parada en Uharte para el Miguel de Unamuno, según fuentes cercanas a la investigación. Sólo el retraso acumulado -12 minutos cuando se produjo el descarrilamiento- y el hecho de que la siguiente estación, Etxarri-Aranatz, estuviera cerrada por unos incidentes registrados el domingo, hicieron que la Gerencia Operativa de Renfe, en Miranda de Ebro (Burgos), autorizara una parada para facilitar el cruce con un tren regional.
El sistema de cambio de agujas de la estación de Uharte-Arakil es manual, como la vía del Tren de la Fresa (Madrid-Aranjuez), el más antiguo de la red ferroviaria española, a pesar de que circulan a diario trenes a la velocidad reglamentaria de hasta 140 kilómetros por hora. A siete kilómetros de distancia, en Etxarri-Aranatz, donde se detiene habitualmente el Intercity, está implantado el sistema ASFA, que detiene a cualquier tren cuya velocidad sea superior a la establecida en su sistema de balizas. Este mecanismo quedó fuera de servicio desde las 21.00 horas del domingo pasado, día 30, a consecuencia de las bombas incendiarias arrojadas por activistas proetarras a la estación ese día. Aún no se ha restablecido su funcionamiento.
Navarra vivió ayer una jornada de duelo que en Tudela, donde fueron enterradas cuatro de las seis víctimas, fue oficial. Las otras dos víctimas navarras fueron enterradas en Alsasua y Pamplona. 10 víctimas más recibieron sepultura en distintas localidades guipuzcoanas. Entretanto, 35 personas continuaban ayer ingresadas en centros sanitarios navarros y cuatro en hospitales alaveses.
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