El Compostela fue más práctico
El Celta sigue con su mal fario en un clásico con poco juego
El oportunismo de Ohen y Penev permitió al Compostela derrotar a su rival regional en un partido que tuvo más goles que juego y más, emoción que calidad. Todo lo que sucedió sobre el campo apuntaba hacia un empate, pero el mal fario que sufre el Celta cuando se enfrenta al Compostela volvió a surtir su efecto. Han jugado seis veces en Primera División y los vigueses nunca han podido alzarse con el triunfo. Esta vez los tres puntos obtenidos por el Compostela tienen un valor especial, ya que le alejan casi definitivamente de los puestos de peligro. Además, ya supera a su rival de ayer en la tabla clasificatoria.Para conseguir un botín tan preciado, al Compostela le bastó con aprovechar las únicas opciones claras de marcar con las que contó. El Celta tendrá que esperar una mejor ocasión para romper el maleficio que sufre con su vecino, que volvió a resolver con uno de los dúos más goleadores de la Liga. Entre Ohen y Penev suman ya 26 tantos.
Compostela: Rafa; Mauro, Villena (Bellido, m
55), William, Nacho; Lekumberri, Fabiano, Passi, Popov (Chiba, m. 46); Ohen (Eraña, m. 66) y Penev.Celta: Dutruel; Adriano (Sánchez, m. 73), Del Solar, Alejo, Berges; Dutuel, Mazinho; Bajcetic, Mostovoi, Geli (Eusebio, m. 65); y Moisés (Revivo, m. 65). Goles: 0-1. M. 32. Falta que bota Mostovoi y Bajcetic cabecea a placer a la red. 1-1. M. 38. Remate flojo de Ohen que despeja mal Dutruel y Penev aprovecha para marcar de cabeza. 2-1. M. 60. Centro de Bellido desde la derecha que remata Ohen, totalmente desmarcado. Árbitro: Barrenechea Montero. Enseñó tarjetas amarillas a William, Mostovoi, Nacho y Berges. Expulsó a Mostovoi (m. 89) por agredir a Fabiano. Estadio de San Lázaro. Unos 10.500 espectadores.
El partido respondió a los parámetros que corresponden a los derbies, es decir, mucha expectación y poco juego. Ambos equipos venían de completar buenas actuaciones en la jornada anterior, frente al Real Madrid y Tenerife y todo hacía presagiar un buen espectáculo.
Pero la ilusión se vino abajo en pocos minutos. Ninguno de los dos salió a buscar el partido, a pesar de la importancia de los puntos en juego.
Sólo el talento de Mostovoi era capaz de desequilibrar el juego en algunos momentos. Precisamente de la bota del jugador ruso salió el balón que permitió al Celta adelantarse en el marcador. Con el gol, el Compostela despertó de su apatía y se lanzó a por el empate. No tardó mucho en encontrarlo gracias a la colaboración del guardameta Dutruel, que despejó mal un tiro flojo de Ohen y regaló el gol a Penev.
El juego discurrió por el mismo camino durante el segundo tiempo. El Celta tuvo más tiempo el balón, pero sin saber muy bien qué hacer con él. Su rival fue mucho más práctico. El Compostela aprovechó su segunda ocasión para volver a marcar y a partir de ahí se dedicó a conservar la ventaja. El Celta intentó el empate pero volvió a tropezar con su cruz en esta temporada: la carencia de jugadores que resuelvan en el área.
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