Misteriosa muerte del asesino de un sindicalista argelino
La trama del compló que urdió, en Argelia el asesinato del máximo líder sindicalista de Argelia, Abdelhak Benhamuda, perpetrado el pasado mes de enero, nunca será conocida. El último islamista supuestamente implicado en este crimen, Rachid Meyahed, ha muerto en misteriosas circunstancias cuando se encontraba detenido por las fuerzas de seguridad, según asegura Amnistía Internacional. Se cierra así definitivamente uno de las conspiraciones más importantes de las tramadas en Argelia en estos últimos cinco años, comparable sólo al tampoco nunca aclarado asesinato del presidente Mohamed Budiaf, acaecido en junio de 1992.Meyahed era el último eslabón a través del cual podían haberse descubierto las razones del asesinato del líder sindical Abdelhak Benhamuda, supuestamente perpetrado por un grupo de tres guerrilleros islamistas. Ellos habían disparado contra el dirigente obrero el 29 de enero de 1997, cuando abandonaba la sede de la Unión General de Trabajadores Argelinos (UGTA). Se abortó así una fulgurante carrera política que con la ayuda del presidente, Liamín Zerual, podía convertir a Benhamuda en el futuro primer ministro de Argelia.
El asesinato de Benhamuda quedó "oficialmente" explicado un mes más tarde, el 23 de febrero, cuando apareció en televisión un supuesto guerrillero integrista que confesó ser el responsable del grupo que perpetró el asesinato. Se trataba de Meyahed, que tras su detención revelaba la existencia de una supuesta organización fundamentalista que tenía como objetivo asesinar a los dirigentes políticos más importantes del país para provocar la desestabilización de Argelia.
Sorprendentemente, el responsable oficial de la muerte de Benhamuda murió el pasado 3 de abril, según se desprende de un certificado de defunción que los médicos del hospital Frank Fannon de Blida dieron al padre del islamista. Momentos antes el padre de Meyahed había podido ver el cadáver de su hijo en el depósito, acribillado a balazos, sin que en ningún momento nadie pudiera dar una explicación coherente sobre las circunstancias que habían rodeado su muerte.
El caso del asesinato del primer líder obrero de Argelia quedaba con esta muerte silenciado, ya que en una anterior acción policial efectuada en pleno centro de Argel, habían perdido la vida los autores de los disparos efectuados en su día contra Benhamuda. Fue en esa operación cuando la policía detuvo a Meyahed, junto con su esposa y su hermana.
El régimen de Argel asegura que Rachid Meyahed vive. Pero nadie le ha visto ni nadie ha podido así desmentir su certificado oficial de defunción, en poder de su familia, asegura Amnistía Internacional.
Difícilmente se podrá conocer un día el verdadero significado de aquella frase que pronunció un Benhamuda agonizante en los brazos de uno de sus colaboradores: "Kamel, hermano, nos han traicionado". Una frase detrás de la cual los observadores políticos han creído ver la prueba de un compló urdido desde el poder.
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