Aznar pide a González una oposición responsable para rebajar la crispación

El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el líder de la oposición, Felipe González, se comprometieron ayer a celebrar un nuevo encuentro, sin fecha, para abordar el clima de crispación política existente. González expresó su preocupación al jefe del Ejecutivo por la situación del último semestre, y éste le pidió una oposición responsable para rebajar ese clima. Sin embargo, los dos dirigentes centraron su encuentro de tres horas de duración en los compromisos internacionales de España, en la lucha antiterrorista y en la política territorial. Ambos coincidieron en sus criterios sobre la ampliación de la OTAN, las reformas para adecuar las estructuras españolas al Tratado de Maastricht y la lucha contra ETA.

Tal y como están las relaciones entre Aznar y González y las formaciones a las que representan, las tres horas de duración del encuentro entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, 60 minutos más que en las dos reuniones anteriores de ambos líderes, fue una sorpresa positiva. Todos los augurios hacían prever un fracaso rotundo. Después de dos semanas de alta tensión política, tras la acusación del vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, al expresidente González de ser "el cerebro de los GAL" y la réplica de éste, ayer mismo se producían nuevos enfrentamientos entre Gobierno y oposición con el abandono de los socialistas de la subcomisión de Sanidad y una nueva acusación del vicepresidente Rodrigo Rato al anterior Gobierno socialista de llevarse datos de la Agencia Tributaría.Quizá por ello la llegada de Felipe González a La Moncloa fue bastante fría. No fue el presidente del Gobierno quien le recibió en las escalinatas de la sede del Consejo de Ministros sino el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos. Las sonrisas de ambos líderes en la foto posterior fueron la expresión de que, al menos, se retomó la comunicación. Al término de la cita, Aznar acompañó a González hasta las escalinatas tras reunirse en la antesala de la sede del consejo de Ministros.

El ex presidente admitió, en unas breves declaraciones a la salida, que la reunión podía calificarse de "cordial" pues "siempre s cordial si a uno le invitan a tomar café. Yo no siento una gran incomodidad y estar sentado ahí no me resulta inhabitual". "No ha habido asperezas", precisó González.

Sin mencionar a Pujol

No obstante, la cuestión más candente, el clima de crispación política existente entre el Gobierno y el PSOE, no fue abordado en profundidad y González y Aznar le dedicaron escasa atención en las tres horas del encuentro. "Realmente, en los temas que están afectando a la vida política interna, que afecta incluso a esto que llamamos crispación, quien crispa y quien descrispa. En eso no hemos entrado", dijo González al salir. También precisó que no habían mezclado al presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, en la conversación.Así es que el debate sobre el ambiente político se dejó para una reunión posterior, sin fecha. "Cuando puedan coincidir sus agendas repletas de compromisos", decían ayer desde La Moncloa. Pero, también cuando el clima político sea algo menos tenso. González precisó a la salida que la reunión "no será inmediata por el calendario apretadísimo, pero sí en un plazo razonable". "Aznar me ha ofrecido una reunión para hablar de todo", dijo el ex presidente.

Pese al escaso tiempo que dedicaron en el encuentro a la crispación política, sí tuvo tiempo González para expresar a Aznar su preocupación por el enrarecimiento del debate político durante el último semestre, según fuentes socialistas. Al salir del encuentro, el líder socialista aseguró estar dispuesto a que "la temperatura política se rebaje", aunque precisó que una entrevista como la de ayer "no es nunca para coartar la libertad de uno a expresar lo que siente".

Dos direcciones

Por su parte, Aznar trasladó al líder socialista su interés por mantener el diálogo entre los dos partidos, independientemente de los conflictos del día a día y, según fuentes de La Moncloa, el presidente del Gobierno le invitó a un diálogo abierto y en las dos direcciones", de modo que sea González el que también tome la iniciativa para reunirse.El jefe del Ejecutivo también pidió a González, según las mismas fuentes, que la oposición política ejerza sus funciones con normalidad, dentro de "un espíritu crítico, pero constructivo" y que "la oposición delimite e tono y el ámbito de sus responsabilidades". En este sentido, el presidente del Gobierno advirtió al líder de la oposición que "de lo que pasa es responsable la oposición", en alusión al papel que cada uno debe jugar en la relajación de la situación política.

González manifestó a Aznar por su parte, que "Ias reglas del juego democrático son innegociables" e insistió en su preocupación por el clima político creado en el último semestre, según fuentes socialistas.