¡Una Europa abierta ya!
¿Se convertirá Europa en una Europa de los ciudadanos o en una Europa de las instituciones políticas, financieras y judiciales? Ésta es una pregunta que se plan tea. cada vez con más frecuencia en todo el continente.A lo largo de los siglos, Europa ha librado una guerra contra sí misma en una danza de la muerte que se repite. La meta definitiva de la integración europea es gararitizar la paz de una vez por todas. Pero estamos convencidos de que el éxito del proyecto europeo depende de si los ciudadanos europeos ven o no dicho proyecto como algo propio, y de si tienen o no razones lógicas para verlo así.
La Conferencia Intergubernamental deberá aportar respuestas en este sentido, y en especial una respuesta a la petición de (que se garantice a los ciudadanos de la Unión Europea una comprensión de los asuntos de la Unión.
Si de lo que se trata es de acercar la Unión Europea a sus ciudadanos, se deben. respetar los siguientes principios:
El acceso a documentos legales, jurisdiccionales y administrativos debe estar garantizado como un derecho básico de los ciudadanos, y no considerado como una concesión hecha a regañadientes.
-En el área de los asuntos públicos, la responsabilidad de aportar pruebas debe recaer en los que defienden el secreto, no en Ios que exigen que los asuntos públicos se abran a la opinión pública. Dicho acceso deberá ser considerado como un derecho básico que no necesita justificación. El secreto es la excepción y lo que exige justificación.
-Por consiguiente, el derecho al acceso público debe establecerse incondicionalmente, como primer principio. A continuación, podrán implantarse criterios para excepciones legítimas. Dichas excepciones, tanto en su formulación como en su puesta en práctica, deberán estar condicionadas a la obligación de tomar en consideración el interés del libre debate y de la aclaración a la opinión pública.
- Todas las instituciones, organismos administrativos y comités de la Unión estarán obligados a mantener registros cronológicos de todos los documentos recibidos desde: fuera o redactados en su seno. Estas listas rutinarias son las puertas para el acceso público. Para saber qué preguntar, hay que saber qué hay.
- Las peticiones para acceder a documentos podrán hacerse de forma anónima y deberán ser respondidas sin demora. Las copias deberán proveerse a precio de coste y se ofrecerá acceso electrónico gratis. Las apelaciones contra cualquier negativa a entregar el material solicitado deberán ser examinadas por una autoridad independiente.
- Los funcionarios de la Unión Europea deberán disponer del derecho legítimo a hacer sonar la alarma, es decir, a revelar información, cuando su lealtad más amplia a la sociedad les diga que eso es lo que tienen hacer.
Es de vital importancia que el derecho al acceso de la opinión pública a los asuntos de la Unión Europea y a las reglas que garantizan su eficacia esté firmemente arraigado en las leyes de la Unión. Ya ha pasado la hora de las promesas vacías.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.