«Investigaré Doñana si se plantea una queja contra la Comisión»

El Defensor del Pueblo europeo,el finlandés Jacob Söderman, de 60 años, no quiere una gestión «populista pegada a la noticia del día». Prefiere, y ése ha sido su sello en Bruselas, un perfil de Ombudsman nórdico, al filo de las reclamaciones y sin muchas iniciativas de oficio. No obstante, se aviene a hablar del desastre de Doñana y dice: no habrá investigación de oficio, pero, si hay reclamaciones, investigará. Pregunta. España se ha situado entre los países que más quejas presentan ante el Defensor del Pueblo europeo. ¿Qué reclaman los españoles?Respuesta. España está en cabeza de las reclamaciones, es el primero de los países grandes en relación con la población, detrás de Francia y Alemania. La queja más habitual de los españoles es sobre la supervisión que hace la Comisión Europea de los Estados miembros. Hay quejas sobre casos medioambientales y sobre los límites de edad ser funcionario en la Administración europea.

P. En España se ha producido una conmoción ecológica en Doñana y ahora hemos sabido que en 1995 se planteó una queja ante la Comisión Europea sobre esta presa, que quedó archivada en agosto de 1997.

R. Tenemos varias quejas de España sobre casos similares. El problema para mí es que yo no puedo iniciar una queja a nivel nacional, sólo tengo mandato a nivel europeo. Y el problema de la Comisión es que la directiva de medio ambiente no es muy rígida, y entonces la Comisión no puede iniciar o hacer muchas cosas. En este caso siempre hay posibilidad, si hay quien piensa que la Comisión no ha actuado, o que no ha actuado lo suficiente, de reclamar ante el Defensor del Pueblo europeo. Creo que de oficio no debo iniciar una investigación. No tengo ningún mandato sobre las autoridades nacionales.

P. No sobre las autoridades nacionales, sino sobre la Comisión Europea. Es decir, ¿en qué condiciones se ha archivado esa queja, cuando meses después se demuestra que tenía razón?

R. Yo prefiero que haya una queja, porque es mucho más fácil. Las iniciativas que yo tomo son normalmente casos donde muchos ciudadanos se han quejado, y es mucho más fácil obtener un buen resultado que con una iniciativa propia.

P. Si usted recibe quejas sobre Doñana, ¿lo investigará?

R. Si hay una acusación sobre mala administración, yo voy a iniciar una investigación. Normalmente en estos casos la responsabilidad es de las autoridades nacionales. Pero si hay una queja sobre la Comisión está claro que vamos a iniciar una investigación.

P. Habla usted de no caer en un servicio populista, pero si uno contempla al Defensor del Pueblo español, se le ve presente en cuestiones concretas en las que ejerce un gran poder moral.

R. Creo que aquí hay una diferencia cultural. En los países nórdicos la idea es que el Ombudsman actúa solamente en base legal, y lo que los ciudadanos envían al Ombudsman es preferente. Hay casos en los que Ombudsman actúa ante una noticia del día. Pero para mí es importante que el Ombudsman sirva a los ciudadanos europeos y no comience a trabajar demasiado por su propio perfil. Es una cuestión de principios. Creo que el sistema español es más moderno. El sistema clásico en los países nórdicos es un poco más reservado. Pero para mí es importante que cuando hay un Defensor del Pueblo europeo él prefiera las quejas de los ciudadanos.

P. Hay muchas fundaciones, organismos, etcétera que reciben subvenciones de la UE, que enarbolan la bandera europea para legitimar su actuación y que luego usted no puede controlar.

R. Una iniciativa del Gobierno español en 1990 para estalecer un Ombudsman europeo preveía un mandato más amplio, con el derecho a supervisar todos los derechos ciudadanos, también a nivel nacional. Pero éste no fue adoptado.

P. Muchos defensores del pueblo solicitan una voz ante organismos internacionales. R. Ya está Mary Robinson, la Alta Comisionada de la ONU de Derechos Humanos, persona muy dedicada a los derechos.