"El aprendizaje que tuve en "Abre los ojos" fue increíble"
Algunos miembros del equipo de Tesis y Abre los ojos dicen que Alejandro Amenábar no daba por válida una toma hasta no contar con el asentimiento de Mateo Gil, su coguionista y asistente. Ahora, este joven canario debuta como director con Nadie conoce a nadie, un ambicioso proyecto basado en una novela de Juan Bonilla que se podrá ver en los cines a finales de noviembre. Pregunta. Conoce a Eduardo Noriega desde hace tiempo. ¿Cómo ha visto su evolución? Respuesta. Eduardo es un actor estupendo. Aprende a una velocidad increíble y sigue teniendo la idéntica actitud ante el rodaje: la de alguien que quiere aprender y colaborar. Pensé en él para el personaje de Simón cuando tomó cuerpo la idea de que yo dirigiría la película. P. ¿Cómo se incorporó Jordi Mollá al proyecto? R. Fue una idea de los productores, ellos me sugirieron el nombre y después de pensarlo lo vi claro. P. Su persona es uno de los principales cambios con respecto a la novela. Según el libro es un personaje gordo y con un aspecto peculiar, se dice que parece un "sapo", que es tal como lo llaman. R. Fue un cambio que introduje en las últimas versiones del guión. También se debe a sugerencias de los productores. Sapo no debía ser un personaje acomplejado, no debía tener ningún problema de fondo, por eso su aspecto físico debía ser normal. Si no era así corríamos ciertos riesgos con la trama. Los productores lo vieron antes que yo y a mí me pareció buena idea. P. Además de éste, ¿hay muchos más cambios con respecto a la novela? R. Mi principal preocupación cuando me ofrecieron adaptar el libro de Juan Bonilla era intentar crear una trama potente y que la película tuviera una tensión ascendente. Novela y película no funcionan igual: ésta se desarrolla en menos tiempo, por lo que no te puedes permitir que la tensión decaiga, sin embargo en un libro sí puede suceder. Juan Bonilla ha tenido una actitud muy discreta y se lo agradezco mucho. Ni siquiera nos conocemos. Hasta ahora no hemos coincidido nunca; pero sé que nos llevamos bien. P. ¿Pensó en algún momento en no ambientar la historia durante la Semana Santa de Sevilla? R. Sí, en algún momento de la escritura del guión pensé que estaba mezclando demasiados elementos y me planteé evitar que transcurriera durante la Semana Santa, pero la duda no me duró mucho. Visualmente, la Semana Santa es muy potente, era una pena desaprovechar sus posibilidades. P. ¿Qué le ha sido más útil para su primera experiencia como director: los cortos que realizó o su papel como asistente de director de Amenábar y José Luis Cuerda? R. Indudablemente, lo segundo. El aprendizaje que tuve en Abre los ojos fue increíble.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.