Aznar se entrevistará con Castro para garantizar una cumbre sin sobresaltos

José María Aznar y Fidel Castro desayunarán juntos el próximo lunes en Río de Janeiro con un solo tema sobre el mantel: la cumbre Iberoamericana que reunirá en La Habana en noviembre a los jefes de Estado y de Gobierno del continente americano. Ambos, por motivos diferentes, tienen especial interés en que esa cumbre salga bien. Aznar, porque las cumbres iberoamericanas son una iniciativa diplomática española, y Castro, porque ser el anfitrión del acontecimiento. Por lo demás, las relaciones entre ambos Gobiernos vuelven a ser difíciles. El aplazamiento indefinido de la visita del Rey -viajará a La Habana para la cumbre pero permanecerá allí menos de 48 horas- demuestra que el Ejecutivo de Aznar considera que la revolución cubana no durará mucho. Aznar y Castro asistirán en Río de Janeiro el próximo lunes y martes a la primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE y América Latina.

La Moncloa recibió hace tres días confirmación de La Habana de la reunión entre Aznar y Castro, aunque la entrevista había sido solicitada por Madrid hace semanas. De hecho, el programa de Aznar para la cumbre de Río de Janeiro, impreso por la secretaría de Estado de la Comunicación y distribuido ayer a la prensa, no recoge el desayuno con Castro. La primera reunión prevista para el próximo lunes era con el presidente de Argentina, Carlos Menem. Esta entrevista se mantiene, pero antes se reunirá con Fidel, informó ayer un portavoz de La Moncloa.

El Gobierno español desea limar asperezas con el Gobiero cubano tras no llegar a un acuerdo sobre las condiciones necesarias para una visita del Rey a Cuba. La reunión permitirá también a Aznar saludar al muevo ministro cubano de Asuntos Exteriores, Felipe Pérez-Roque, al que conoció el pasado año en La Moncloa como secretario de Castro, durante una visita de cortesía del presidente cubano tras la cumbre Iberoamericana de Oporto.