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Incautadas 15 toneladas de droga y detenidas 17 personas en una operación contra el "capo" Oubiña

El juez ordena la captura del narcotraficante y encarcela a su esposa y a un hijo

El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) ha incautado 15 toneladas de hachís en un pesquero de bandera hondureña que navegaba al sur de la península. En la operación, ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, han sido detenidas 17 personas, entre las que se encuentran la mujer del narcotraficante gallego Laureano Oubiña, Esther Lago, y el hijo de ésta, David Pérez Lago. García Castellón ha ordenado la busca y captura de Oubiña, que se halla en libertad provisional desde al pasado 11 de diciembre y actualmente en paradero desconocido.

La denominada Operación Ocaso culminó ayer con el abordaje en aguas internacionales, al sur de la península, del pesquero Regina Maris, de bandera hondureña, en el que el Servicio de Vigilancia Aduanera encontró 15.000 kilos de hachís distribuidos en 443 bultos depositados en la bodega y en otros 13 situados en un camarote. El barco navegaba desde hacía semanas bajo el nombre de San Andrés para despistar a los servicios aduaneros. Había partido de San Luís, en Estados Unidos, y realizó varias paradas antes de aproximarse a la península, al parecer porque sus tripulantes sospechaban que eran vigilados, informa Efe.Las última etapa del trayecto debía llevar al barco desde Cabo Verde hasta Galicia y Asturias para desembarcar la droga, valorada por Hacienda en 30.000 millones de pesetas, si bien en el mercado habría alcanzado los 45.000 millones.

El Regina Maris fue remolcado hasta el puerto de Cádiz, donde atracó en la madrugada de ayer en uno de los muelles, escoltado por la patrullera del SVA Alcaraván IV, con base en la provincia gaditana. En el barco fueron detenidas seis personas -un español, un chileno, un holandés, un guineano, un senegalés y un marroquí-, y otras once en diversas localidades de Galicia y Asturias.

El secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, indicó ayer que la operación sigue abierta pese a haberse alcanzado los principales objetivos, y que se trata de una de las operaciones más importantes desarrolladas por la Agencia Tributaria contra el narcotráfico.

El alijo incautado es el segundo mayor de los descubiertos en lo que va de año, después de las 54 toneladas que fueron intervenidas por la Guardia Civil el pasado mes de julio en la Operación Delfín, que facilitó además la detención de 95 personas.

Detenciones en Pontevedra

Esther Lago fue detenida a última hora del viernes en su domicilio, una vivienda de aspecto nada suntuoso, en A Laxe, un barrio de Vilagarcía de Arousa. Su esposo, Laureano Oubiña, no estaba en casa y, al no poder localizarlo las Fuerzas de Seguridad, el juez García Castellón ha dictado contra él una orden de busca y captura, informa Xosé Hermida.En Vilanova de Arousa, localidad vecina a Vilagarcía, fue arrestado David Pérez, hijo mayor del primer matrimonio de Esther Lago. Aunque la pareja siempre ha actuado de modo conjunto en sus negocios, tanto legales como ilegales -ambos fueron detenidos en 1990 en la gran redada de la Operación Nécora- es la primera vez que uno de sus hijos aparece implicado. Esther Lago y David Pérez fueron trasladados a la comisaría de A Coruña junto a otros detenidos, supuestos empleados del clan de los Oubiña.

A diferencia de otros capos gallegos que pasaron del tabaco a la cocaína, Oubiña se especializó en el tráfico de hachís. A principios de los años 80, la policía le señalaba ya como el principal importador europeo de esa sustancia, posición que logró gracias a sus magníficos contactos en Marruecos, que en algunos momentos extendió también a Oriente Próximo. A pesar de sus prolongadas estancias en prisión y de una década de persistente acoso de las autoridades -que le lograron arrebatar su más preciada propiedad, el pazo de Baión y sus viñedos de albariño, intervenidos por orden judicial-, Oubiña nunca ha parecido dispuesto a abandonar el negocio ilegal.

La última vez que pisó la cárcel estuvo preso 14 meses y la abandonó en diciembre del año pasado tras pagar una fianza de 15 millones de pesetas. A Oubiña le habían sorprendido en julio de 1997, en las inmediaciones del estadio de Balaídos, en Vigo, donde, según las autoridades, estaba dirigiendo a través de sus teléfonos móviles el desembarco de 6 toneladas de hachís en una playa próxima. El caso está todavía pendiente de juicio. Tras su detención, la policía también le vinculó a otro alijo de la misma sustancia e idéntica cantidad, aprehendido en 1994 en Martorell (Barcelona) a un grupo en el que figuraba el mafioso corso Jacques Canavaggio.

Además, Oubiña tiene pendiente otra acusación por contrabando de tabaco en Galicia y, junto a su esposa, debe afrontar una solicitud de siete años de cárcel para cada uno de ellos por un delito de alzamiento de bienes.

Desde hace unos 15 años, la pareja ha actuado en perfecta armonía para repartirse las responsabilidades de dirigir su entramado económico.

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