Un ciudadano fue clave para atrapar al 'violador de Pirámides'
La detención de Arlindo Luis Carbalho, apodado el violador de Pirámides y acusado de agredir sexualmente a 43 mujeres, fue posible gracias a la información suministrada a las autoridades por un ciudadano, según reconocieron los policías que testificaron ayer, durante el cuarto día del juicio contra el agresor que se lleva a cabo en la Audiencia Provincial de esta ciudad.De acuerdo con las declaraciones del inspector jefe del grupo III de la Policía Judicial, a cargo de la investigación de este caso y de todos los relacionados con agresiones sexuales y maltratos físicos que ocurren en Madrid, el criminal fue apresado en enero de 1995 después de una tarea de reconocimiento realizada en conjunto con las autoridades policiales de Leganés (173.000 habitantes).
El 24 de diciembre de 1994, un ciudadano suministró a la comisaría leganesa el número de matrícula de un vehículo al que había visto subir a un sospechoso, que de inmediato se dio a la fuga. Minutos antes, una mujer había escapado desde el interior de un edificio, donde el agresor había intentado abordarla. La escena llamó la atención de este ciudadano, quien registró los datos del automóvil y los puso en conocimiento de la policía local.
Los agentes de Leganés averiguaron entonces la identidad del dueño del automóvil y dieron aviso al Cuerpo Nacional de Policía, ante la probabilidad de que el sujeto en cuestión resultara el violador buscado por las autoridades durante más de seis años.
"Ya era hora"
De acuerdo con el relato presentado ayer ante el juez, Carbalho expresó a los agentes que le detuvieron que "ya era hora" de que la policía diera con él. El hombre se había dejado crecer la barba lo que, a juicio del inspector jefe, explica la ausencia de denuncias en su contra por dos largos períodos, uno de seis meses y otro de cuatro. Los cambios en su apariencia física también fueron la causa por la cual dos de las víctimas no pudieron reconocerlo tras su captura, aunque sí lo hicieron tan pronto vieron la foto de su DNI.Los agentes aseguraron que el detenido prestó colaboración en todo momento y accedió a que se le realizaran extracciones de sangre para cotejar su ADN con el perfil genético obtenido a partir de las muestras de semen obtenidas del cuerpo de las violadas.
Ayer comenzaron a declarar también los médicos forenses y los 13 ginecólogos encargados de examinar a las mujeres que realizaron denuncias.
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